Fiestas de San Sebastián (Faraján)

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El contenido a continuación son reflexiones personales de los usuarios sobre sus vivencias, sentimientos y recuerdos sobre Fiestas de San Sebastián (Faraján).


Las festividad de San Sebastián se celebra el día 6 de agosto en el municipio de Faraján.

Lucha de San Sebastián contra la Muerte

Según cuenta Don Pedro Torres, el abuelo de Faraján a sus noventa y cinco años, existía a principios del siglo durante las Fiestas de San Sebastián, el día 20 de enero a las diez de la mañana, una curiosa costumbre: La Lucha de San Sebastián contra la Muerte, consistente en clavar en el suelo de la plaza dos vigas altas de madera, una al comienzo y otra en la "punta abajo" de la misma, unidas por dos alambres tensados y en los cuales había varias anillas metálicas a las que se amarraban cohetes que se disparaban en ambos sentidos y que guiados por el alambre tenso, explotaban en el muñeco que representaba la Muerte, hecho de trapos y al que llegaban todos los cohetes prendiéndosele fuego, mientras que a San Sebastián situado en el otro extremo, como tenía un tope a cierta distancia, impedía que llegara a explosionar ningún artefacto, por lo que siempre salía victorioso nuestro Santo Patrón.

Y es que como sabéis y más adelante os lo comentaré, San Sebastián venció a la Muerte, al ser dos veces mártir.

Procesión de San Sebastián

Al finalizar este acto se procesionaba San Sebastián por todo el pueblo, aunque la víspera por la tarde también se hacía, así como el mismo día al anochecer.

Los cohetes se traían y gastaban por cargas a lomos de caballerías y entre las atracciones que recuerda, me cita: Puchinelas, malabarismo sobre alambre, carreras de burros y de cintas a lomo caballos y en las que las chicas amarraban en el brazo de jinete las cintas de colores conseguidas; aquellos puestos de dulces con canastas y enormes cestos de roscos grandes y blancos, puesto de avellanas y garbanzos tostados...

Por la noche se realizaba un castillo de fuegos artificiales con unas torres tan altas como la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, viniendo para ello pirotécnicos de Málaga a instalarlos y explosionarlos.

También salían gigantes y cabezudos a la vez que todas las calles eran pastos de una nube de pólvora, pues se ponía una tranca por el recorrido oficial de la procesión, prendiéndosele fuego aquella noche con lo que todo Faraján era una nube de luz y pólvora, más aún cuando aún no existía en este pueblo alumbrado eléctrico público o privado, siendo sustituido éste por candiles y faroles de aceite y velas.

-¡Ay, San Sebastianito, esto es la fin der mundo!- recuerda haber escuchado D. Pedro a una vecina bastante asustada.

Dicen, que todos los pueblos tienen algo que siempre une, una imagen que arrastra masas y en Faraján es San Sebastián.

San Sebastián

Tal vez como recuerdo de esa leyenda según cuentan las abuelas, Jesús se le apareció al capitán San Sebastián con siete ángeles y dándole un beso de paz le dijo: "Tu estarás siempre conmigo". Y es que San Sebastián fue dos veces mártir como he mencionado anteriormente. Fue acribillado por las saetas de los flecheros del emperador y gracias a Santa Irene que curó sus innumerables heridas salvó su vida, pero poco después el emperador Diocleciano mandó que muriese apaleado, hecho que se consumó el 20 de Enero siendo enterrado según una tradición muy antigua, a los pies de San Pedro y San Pablo. Este santo fue honrado por la Iglesia con el título de: "Defensor de la fe".

Hoy en día, sigue la misma fe y fervor como esa aureola de esplendor y alegría que ilumina la imagen de su cuerpo asaeteado. Es cierto que la devoción no ha menguado, aunque antiguamente según Don Pedro, había mas voluntad, más unión, orden, seriedad, organización y sentir. -Sin embargo, hoy es la fiesta en que todos los emigrantes y familias vuelven de vacaciones de Francia, Alemania o diversas Comunidades españolas, a reunirse y pasar unos días de descanso con los familiares que aquí dejan, siendo por lo tanto, una fiesta de reencuentro, paz y alegría familiar. Ello se palpa en la velada nocturna cuando se suelen ver familias completas sentadas juntas en varias mesas.

Se sigue la costumbre de ir días antes a Ronda a comprarse el traje y el vestido para el Patrón, aunque ya se va perdiendo aquel trajeado con corbata obligatorio en nuestro pueblo, en dichas fiestas.

Actualmente éstas suelen durar varios días y entre los actos más usuales a desarrollar están: Actos religiosos con misa y procesión orquestada, Diana floreada con pasacalles, diversas competiciones deportivas interpueblos infantil y adulto, fuegos artificiales, toro de fuego, alguna que otra exposición, títeres y teatro infantil, desfile de gigantes y cabezudos, elección de mises, casetas de turrón, cunitas, carrusel, caseta de dulces y turrón, concursos... todo ello para hermanar aun más a todos los farajeños/as y visitantes que pasan esos días en su pueblo y raíces.

Bailes durante toda la noche son amenizados por una orquesta que se suele contratar y que suele ser costeada por los mayordomos y donativos de los farajeños/as que desde otros lugares de España quieren participar en estas fiestas en honor de su santo Patrón.

Son fiestas al igual que en los pueblos de alrededores en que participan y vistan nuestros vecinos en un acto de hermandad y alegría tomando cerveza y degustando algún aperitivo o tapa de jamón de la zona, junto con algún que otro refrescón en los medios días calurosos en las aguas de nuestro río Genal y la reglamentaria siesta tras el almuerzo.

La imagen primitiva y que se veneró hasta la Guerra Civil, era un San Sebastián adolescente en talla de madera con brazos atados a un madero a su espalda pero sin asaetear (Foto familia Concepción Ruiz), descansando sobre una peana de madera y todo el cuerpo envuelto por una gigantesca corona de flores. Su cuerpo cubierto por una túnica bordada de motivos florales así como una banda cruzada de hombro derecho a izquierdo. Un resplandor de santidad con doce estrellas de seis puntas coronaban su cabeza.

La actual imagen fue costeada por suscripción popular, haciéndose un referéndum escrito, terminada la guerra para solicitar de Roma el traslado de las fiestas del 20 de enero al 6 de agosto (Archivo Municipal de Faraján), por motivos de inclemencia del tiempo, fiestas que se están realizando hasta el día de hoy.

Esta imagen de San Sebastián moderna, de escayola y tamaño natural representa una imagen del santo adolescente con túnica romana estofada celeste con cenefas de dibujos cristiano-primitivos y cruz latina, atada a la cintura con cordón. La parte superior descubierta y atado a un árbol; cuatro flechas metálicas asaetan su costado, brazo y pierna derechas, así como un resplandor de santidad oreada su cabeza. La expresión de su rostro es de enorme dulzura, humildad y aceptación del sufrimiento, no mostrando rigidez, temor o sufrimiento ante el martirio de su cuerpo asaeteado, sino una enorme naturalidad en gran parte sobrerecogedora en un mundo ausente como hablando con Dios y absorto en el martirio. Sin duda pertenece a la escuela de escultura e imaginería catalana de Olot, en el que el escultor pasa a segundo plano el dolor y sufrimiento cambiándolo por resaltar el triunfo sobre el martirio y superación ante el sufrimiento y adversidad. Una expresión en definitiva, más divina que humana.

Su rostro no muestra dolor o sufrimiento alguno como he mencionado, sino un dulce martirio y como he dicho anteriormente: Paz, quietud, aceptación... Es la expresión sobrehumana que muestra la imagen de su cuerpo. Su cabeza dulcemente inclinada hacia el hombre derecho, confirma lo mencionado.

-Siempre me alienta y consuela en las dificultades, desesperanzas y adversidad,-comenta una devota, que en los 31 años que llevo viviendo aquí, la he visto ir descalza tras su imagen.

Algo normal en la devoción popular de Semana Santa, pero difícil de soportar en esta procesión dadas la temperaturas que alcanza el asfalto de las calles en esos primeros días de agosto, devota emigrante como casi todos los farajeños/as que tuvieron que salir de su tierra en busca de trabajo en los años 60.

Y es que parece que tener a San Sebastián por nuestro patrón, aparte de modelo a imitar es un lujo de fe y misterio porque en San Sebastián se sigue viendo inconscientemente, ese hijo joven que lo llevan a la guerra, un familiar perdido en un accidente, la soledad de ser emigrante, las luchas y adversidades de la vida, el sufrimiento, muerte, enfermedad.... "dejar en definitiva, (como hizo San Sebastián) la vida en la esperanza". Terminada la procesión, se canta el himno a Nuestro Patrón S. Sebastián.

Himno a San Sebastián

¡Oh Patrono tu pueblo rendido

se congrega a los pies de tu altar

y te pido que ruegues a Cristo

que nos mire con dulce piedad.

Eres mártir glorioso de Cristo

nuestro humilde y honor Sebastián

que la fe de tu pueblo aumente

y en el cielo coloquen tu altar.

¡Oh patrono....

Posteriormente, las familias acuden a los bares del pueblo a tomar un refresco o una cerveza para mitigar el sol y calor del verano. Me queda la duda de que... antes se divertían y estaba mejor la fiesta que ahora. Tal vez sea, que hoy nos falte parte del nuestro ayer.

Referencia

Rogelio Barragán Sierra y Filomena Sierra Rojas


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