Los Segadores Yunqueranos

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Este es uno de los trabajos más duros, que el trabjador yunquerano ha realizado, llevado con dignidad y sacrificio.

Por las condiciones geográficas de Yunquera, sus tierras, no han podido nunca, sostener la ocupación laboral de sus trabajadores, y por lo tanto han tenido que abandonar su tierra, y salir a otros lugares a buscarse la vida.

Me cuenta mi tío, Dn. Manuel Merchán Del Río, de 83 años de edad, la verdad con gran entusiasmo, además es de un carácter vivo y extrovertido, al relatarme lo siguiente.

Empezó a trabajar a la edad de 17 años, era el año 1.943, cuando fue por primea vez a la campiña jerezana, a realizar la dura faena de la Siega.

Marchaban desde Yunquera andando hasta la localidad de Pizarra,tardando unas 5 horas en llegar donde cogerían el tren con destino primero a Bobadilla- Utrera-Jerez de la Frontera,.

A grupos de 12 personas, le hacían descuento, costando el billete del tren de 8 a 10 pesetas.

En otras ocasiones, también iban caminando a través de la sierra, dirección Ronda, por el camino del Valle de Lifa, Pto. de los Perdigones, Fuente de el Platero….Ronda y Jerez de la Frontera. Hasta que en 1.945, se contrataban camiones, para realizar el viaje.

En aquel año de 1.943, ganó en la temporada de tres meses, unas 750 ptas. De la època.

El trabajo era durísimo, de sol a sol, sin una sombra que los pudiera cobijarles del implacable sol. El horario de trabajo, comenzaba a las 7 de la mañana hasta las 9 de la noche. No solían desayunar, y las cómidas se distribuían de la siguiente forma:

  • 10 de la mañana.- unas sopas hervidas
  • 1,30 de la tarde un gazpacho
  • 5 de la tarde un guiso de garbanzos.

Pero eso no era todo, no tenía pan para comer ,eran años de hambre y de posguerra. Cuando pasaba algún tiempo, ya podían comer algo de pan, pero resulta vergonzoso he injustificado, que aquellos agnegados trabajadores, segadores de trigo, no tuvieran un trozo de pan que llevarse a la boca. En 1945,los dueños de los cortijos, solían dar, medio kilo de pan para cada trabajador.

Para comer se organizaban grupos de diez personas, llamados RANCHOS, se disponían alrededor de un gran lebrillo de barro rojizo, para comenzar a comer. De noche, comían de sus propias provisiones, el que las tenía, como podían ser algo de tocino, morcilla y chorizo. Solían ir gente de Tolox, con los cuales, los trabajadores yunqueranos, congeniaban mejor que con la gente de El Burgo, que también iban a la siega.

SACAR DE NOVICIO.- Era la persona, que por primera vez realizaba las faenas de la ciega, solía ir acompañado de dos personas más mayores y experimentadas, en el tajo de trabajo, era ayudado y enseñado, en el duro trabajo de segar.

CUADRILLAS DE SEGADORES.- Se conocían por el nombre del manijero o capataz ,ó en muchos casos por el apodo, tales como:

JUAN DE “ María Martos” (solía llevar alrededor de 300 personas)

JOSE MARTOS “El Feito”

MANUEL MERINO (llevaba trabajadores al cortijo de Luchas)

SALVADOR

JOSE LOPEZ “El conejo” ( llevaba de 40 a 50 trabajadores)

Aproximadamente, iban a la ciega unas 400 personas.

La campaña comenzaba a principios del mes de mayo, y duraba hasta principios del mes de agosto. Algunos trabajadores, alcanzaban la edad de 60 años, con sus cuerpos gastados por el duro vivir. Solían descansar cada dos horas, unos 20 minutos ,(hechar un cigarro)

CORTIJOS:
La Peñuela
Tordecera
Dehesa Boyar
Los Arquillos
Berlanga
El Chorreaero
Poca Sangre (de MedinaSidonia)
Paterna de la Ribera
Las Piletas
El Chuso
Olivillo
Topotana


Muchas de estas personas, prolongaban su estancia en los cortijos, para realizar otras faenas como podían ser la recogida de los Garbanzos. Esta campaña duraba de 17 a 18 días, y su horario era desde las 5 de la madrugada hasta las 11 de la mañana. Para aprovechar la fresca, ya que cuando calentaba el sol, era muy difícil la recogida .

En aquellos años duros, antes de marcharse a la siega, muchos de ellos, se veían en la necesidad de tener que pedir un préstamo, para comprar algo de vivieres ,ropa , y pasar los primeros días.

Una de las personas, que solía aliviar dicha situación era un tal Dn. Diego Rodriguez, “el vitoriano”, el cuál tenía un pequeño comercio, en la plaza de El POLLO, enfrente del pilar, donde hoy día existe un pequeño bar.

Solía prestar 1 duro, por el cuál había que devolver de interés unos 3 reales más.

Cuando se instaló en la localidad el Monte de Piedad, solía también prestar dinero, y las cantidades oscilaban entre 45 – 10- ó 20 duros, por tres meses, teniendo que pagar de interés, 7 duros.

Estos hombres, quemados por el fuerte sol de verano, dormían en el campo, a una cierta distancia del tajo de trabajo, llamando esta zona, Las Camas , donde guardaban en pequeñas, sochas, hechas de gavillas de trigo, sus escasos enseres.

Cada cuadrilla, tenía una persona dedicada, de ir varias veces al mes, al pueblo de Yunquera, con tres burros, para llevar la ropa sucia y traerse otra nueva, además, de otros encargos. Estas personas se llamaban popularmente “Los Roperos”.

Otros de los componentes, que acompañaban a las cuadrillas de segadores, eran los Aguaores, eran chicos de una edad comprendida entre los 12 y 13 años de edad, su misión era la de traer agua desde un pozo , en un mulo de carga, con unas Pedreras, donde se ponían bien sujetos cuatro cántaros, llenos de agua ,hasta el lugar de trabajo, para poder saciar aquella terrible sed, que sufrían los segadores. También una de sus misiones, era traer la comida, desde el cortijo.

Estos duros trabajos estivales, se realizaban por cuenta o llamados a destajo, eso lo hacía aún más duro . Podríamos decir casi de esclavitud. Entre loa años 1943 y hasta el año 1945, se solía ganar, diariamente de 6 a 7 pesetas.

En el año 1948, trabajando en el cortijo de La Barca de la Florida, arrancando palmas y desbrozando, para convertir tierras de dehesa, en tierras de labor, tanto podían ser de secano como de regadío, Y durante treinta días, cuando acabaron las duras faenas, resulta que no ganaron absolutamente nada, Ya que, casi todos los días venían hombres, casi muertos de necesidad, es decir hambrientos, y una vez más los yunqueranos apiadándose del sufrimiento de aquellas personas, compartían la comida, y a la hora de realizar las cuentea, entre ganancias y gastos, resulta que hubo más gastos que beneficios. Cuando terminaban e un cortijo, y tenían que marcharse a otro, para seguir con la siega, realizaban el traslado de noche, para comenzar a la mañana siguiente.

Me cuenta mi tío Manuel, con cierta tristeza que había días que llegaba gente, suplicando que les dieran algo de comer, ya que no querían morir de hambre, y que consentirían, que les pegarán una paliza, pero que por favor, tenían mucha hambre. ( estos hombres, ni siquiera podían lavarse todos los días, ya que a veces los pozos de agua quedaban lejos, en otras ocasiones, por algunos cortijos, pasaba un canal, y allí aprovechaban para bañarse, como en el cortijo de Ranchiles o llamado Dehesa del Boyar.) Propiedad en aquellos años del famoso torero Belmonte, el cual, cuando hizo fortuna, lo compro ya que allí solía ir de noche, a torear reses bravas, y en más de una ocasión, fue duramente castigado por la G. Civil de entonces.

Aunque también es cierto, hay que comentar, haciendo honor a la verdad, que había, dueños de los cortijos, que daban comida gratis, para paliar algo, si cabe, la hambruna existente. Como Dn.Julio Cubeña, dueño del cortijo El Herrador, el cual mandaba a cocinar en grandes perolas de unos 90 cms. de diámetro, unas gachas, llamadas Espoleas, las cuales consistían en harina de maíz guisadas con manteca añeja .

Esta comida se solía ofrecer, por la tarde noche, entre las 7 y 8, las personas que solían acudir eran de la localidad de Paterna.

Otra de las personas solidarias, fue el que por aquel entonces era alcalde de Jerez Dn. Alvaro Domecq, el cual ofrecía un vale, para ir a comer aún comedor público, situado en al ciudad, llamado La Popular, pero con la característica que sólo servía para días alternativos, es decir , un día sí y el otro no, al siguiente podía acudir de nuevo al comedor, era tanta el hambre y las personas que la padecían.

Otras de las labores, que se realizaban en la campiña de Jerez, era SARMENTAR, consistía en recoger en grandes gavillas, los sarmientos que iban podando, de las vides, por expertos podadores, como eran los de Trebujena. De Yunqeran solían ir de 20 a 25 personas, el trabajo también era duro, y se realizaba durante los fríos meses de Diciembre y Enero.

Por una Lanza de terreno trabajado ganaban unas 28 pstas. (1 lanza tiene 4.600 metros de superficie )

Este trabajo se realizó entre los años 1948 hasta 1956.

CORTIJOS.- Bogantes, Candelero, Candelerillo y El Escudo.


Aquellos trabajadores, que afortunadamente aún quedan vivos en nuestro pueblo de Yunquera, por desgracia nunca han sido reconocidos, por su labor, sacrificio, que a veces ejercierón como “esclavos”, para poder alimentar y medio sobrevivir, en aquellos años que les tocó vivir. Deberían las autoridades, sobre todo las municipales, quienes les corresponden poner en su sitio, aquellos trabajadores yunqueranos, dependiendo del color político que tengan.

Desde estas paginas que ofrece la enciclopedia Wikanda, y con todo mi afecto y reconocimiento dedico este HOMENAJE a los SEGADORES YUNQUERANOS.


Miguel Merchán Toledo

(Yunquera, mayo de 2.009)

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