Turismo en Casarabonela
Turismo en Casarabonela
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Puntos de interés
A menos de dos kilómetros de Casarabonela, es un pequeño oratorio que antiguamente era usado como límite fronterizo dentro del mismo pueblo, una frontera entre núcleo urbano y zonas de huertas. También se dice que este tipo de oratorios u hornacinas, se encuentran en las salidas del pueblo, de hecho hay algunas más en dicho municipio.
Para subir a la Cueva la Jácara lo primero que se debe hacer es desplazarnos hasta el cementerio Municipal, en las zonas de aparcamiento se pueden ver carteles que nos indican por dónde subir hasta el Llano de Cristóbal. Una vez hemos alcanzado la cima, conocida como puerto de la Jácara, podemos disfrutar de las espectaculares vistas mientras reponemos fuerzas, desde aquí nos desviamos a la izquierda hasta llegar a una gran hendidura rocosa donde se encuentra la cueva a unos 3 metros.
Fuente ubicada en la pendiente izquierda de la carretera que va de Casarabonela a El Burgo a unos 8 kilómetros de la población y a un kilómetro escaso pasado Puerto Martínez, en la vertiente del Río Turón, al lado derecho de la carretera está situado un viejo cortijo del cual recibe el nombre ésta, el caudal surge en la ladera de la sierra y es almacenado en un pequeño pozo hecho de piedras.
También conocida como fuente la Víbora, situada en la vertiente más umbría de Sierra Prieta, cerca del cortijo Buenavista y cortijo de Joaquín como es conocido por los ganaderos de la zona, se puede acceder desde la carretera de El Burgo a Casarabonela a la altura del kilómetro 14 en el cual se desvía un carril en mal estado de conservación, finalizando en dicho punto. En medio de una cañada con abundante vegetación arbustiva brota la fuente en un terreno inclinado entre varias piedras colocadas para proteger el caño.
Está situada al pie de la Sierra Cruz Alta, a un kilómetro de la población en la zona denominada como Tajo del Arenal. Debido a la naturaleza kárstica del terreno, el agua que procede de la montaña y de la cañada se va filtrando y va llenando las cavidades subterráneas, de manera que llega el momento en el que el agua emana hacia arriba, dicho espectáculo es hermoso y reúne siempre a gran cantidad de gente que sube para contemplar a la naturaleza en su estado más puro.
Son huecos de planta semicircular, abiertos en un muro para colocar en él una urna o imagen. La hornacina lleva generalmente en la parte superior una bóveda. Se coloca orientada tanto al exterior como al interior de los edificios y cumple una función principalmente ornamental. Se localizan en fachadas y esquinas de las calles del pueblo. Es a partir del siglo XV cuando aparecen las primeras hornacinas. En Casarabonela existen un total de 45 hornacinas repartidas por todo el pueblo, que albergan la imagen del Cristo o de la Virgen, y con adornos florales.
Interesante y antiguo complejo molinero destinado a la obtención de aceite de oliva, primero por tracción animal y más tarde por tracción mecánica; y de harina, utilizando la fuerza proporcionada por un salto de agua. El edificio, que ha estado funcionando como molino de harina hasta no hace muchos años, ha sido restaurado y hoy se encuentra abierto al público. Cuenta con una pequeña colección de utensilios relacionados con las labores agrícolas, a modo de museo, y en el exterior, junto a la puerta de la entrada, con un panel interpretativo.
Edificios y monumentos
Arquitectura civil
Arquitectura militar
- El Castillo (Bien de Interés Cultural, año 1985):
Sus orígenes se remontan a tiempos anteriores a la romana Castra Vinaria, como se muestra en los hallazgos prehistóricos de este asentamiento. Sabiendo que en el año 308 se construyó el castillo de Coín, se cree que la edificación de éste está sobre esas fechas. Los árabes la llamaron Casr Bonaira, y luego castillo de Bonera y Bonela. Tomado a los emires cordobeses por el rebelde muladí Umar Ibn Hafsun, éste lo convertió en una de las mejores defensas de su reino. Muestra de la seguridad del castillo es el hecho transmitido por la tradición, que cita cómo en las luchas civiles granadinas, sirvió de refugio a Boadil, el rey chico. Del castillo hoy sólo quedan pequeñas partes como trozos de murallas y cimientos de torres, que dan idea de su solidez y dimensiones.
Arquitectura religiosa
Ermita cuya construcción corresponde a mediados del siglo XVIII. Consta de una sola nave, con capilla mayor con bóveda semiesférica sin decorar y un interesante camarín de planta cuadrada y bóveda semiesférica sobre pechinas, desarrollando una rica decoración de yeserías. En el exterior, su fachada de ladrillo se estructura en tres cuerpos y tres calles; su acceso es adintelado, flanqueado por arcos ciegos angulares, presentando en el segundo cuerpo tres arcos trilobulados, también ciegos, y espadaña en el remate.
Capilla de pequeñas dimensiones, rematada por una cruz de hierro. Su interior está presidido por un sencillo altar lleno de objetos devocionales como cuadros, flores, y velas. El exterior se encuentra rodeado por un pequeño jardín al que se accede a través de una cancela. Desde su emplazamiento se pueden disfrutar de la vista de parte del valle del Guadalhorce.
Situada en la parte alta del pueblo, junto al castillo, esta iglesia forma parte del programa de rehabilitaciones que el obispo Moscoso confió a Pedro Díaz de Palacios, cuya intervención está documentada en el año 1605. Su interior presenta tres naves separadas por arcos de medio punto sobre pilares cuadrangulares; la central, que ha perdido su primitiva armadura con tirantes de lazo, se eleva a más altura de la que tuvo en principio y se cubre con bóveda de medio cañón con arcos fajones y lunetos; las laterales con bóvedas muy rebajadas, oculta su cubierta de colgadizo. Al exterior, la portada de los pies combina mármol rosa y negro y muestra su torre de cuatro cuerpos y planta cuadrada, rematada en chapitel piramidal de tejas vidriadas. Muy importante es su colección de obras de orfebrería, que puede visitarse en el Museo de Arte Sacro habilitado para ello. Dispone, además de un jardín parroquial, restaurado y abierto al público.
Museos y galerías
Inaugurado en diciembre de 2003, está ubicado en la antigua sacristía, tras el altar mayor de la iglesia de Santiago Apóstol. Este museo ya existía antes de la Guerra Civil, siendo ocultado parte del tesoro y el archivo parroquial para evitar su destrucción. En febrero de 1937 todas las piezas fueron devueltas a la parroquia, cuando el pueblo pasó control nacional. En la segunda mitad de los años setenta del siglo XX se aprobaron las bases de lo que hoy constituye el Museo de Arte Sacro de Casarabonela, cediendo por su parte el Obispado las piezas para su uso museístico y el espacio donde hoy se encuentra el citado Museo, la antigua sacristía, situada tras el altar mayor, cuando en febrero de 2001 se iniciaron en la parroquia unas obras de reforma debido al mal estado de una de las naves laterales del templo.
En 1995 la Asociación Mora I Bravard se traslada desde Mallorca, donde adquirieron un gran prestigio por parte de cientos de aficionados a este tipo de plantas, hasta Casarabonela, donde buscarían un nuevo clima para dichas plantas. En abril de 2003 se inaugura en el Parque de la Paloma de Benalmádena un mismo jardín de cactus y suculentas. Al cabo de algunos años y muchas gestiones con las instituciones públicas se empezaron a dar los primeros pasos para la construcción del Museo de Cactus de Casarabonela. Finalmente, el 22 de abril de 2008, se constituyó oficialmente el Consorcio que ha de regir los destinos del Jardín–Museo de Cactus Mora i Bravard de Casarabonela.
Parques y jardines
Emplazado al pie del antiguo castillo árabe, quiere ser una recreación fidedigna de lo que fue el jardín en al-Ándalus. Con una superficie de unos 200 m2 la presencia predominante del agua es su componente principal, que da vida y sonoridad a un conjunto, donde el visitante puede disfrutar del color y de los olores de las numerosas especies arbóreas existentes (naranjos, granados, cipreses, higueras, palmeras) y tipos de plantas aromáticas (rosales), en un ambiente en el que la arquitectura juega un papel muy destacado.
Espacios naturales
Supone un alto en el camino junto a un sendero que se interna por unas montañas llenas de historias sobre bandoleros, contrabandistas y los numerosos viajeros que quedaron impresionados por la belleza de estas tierras; pero este lugar también constituye un espacio para la tranquilidad y el encuentro con la naturaleza más virgen y muy frecuentado hasta hace muy pocos años con motivo de la festividad del día de la Ascensión, en la que numerosos vecinos subían hasta allí para pasar el día y recoger manzanilla porque se creía que era la mejor época del año. Para acceder, debemos subir hasta el cementerio Municipal donde encontramos una primera marca en una piedra frontal y también en una señal de madera que nos indica el camino a seguir.
Principales editores del artículo
- Carlosrs (Discusión |contribuciones) [2]
