Arrabal

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Por arrabal (ar-rabad), nos referimos al barrio de una ciudad situado fuera del recinto de la aglomeración central o madina. Mientras las alquerías eran lugares con término y jurisdición propia, los arrabales estaban desprovistos de aquéllas y estaban sujetas a la jurisdicción de un centro urbano.
Cada arrabal podía tener uno o varios zocos, baños, asó como una o más mezquitas, escuelas..., dependiendo de su tamaño y de su población. También podía estar cercado y entonces poseía un nombre en particular.
Las grandes urbes de al-Andalus, y de todo el mundo islámico, solían tener más de un arrabal.

En un sentido mucho más amplio un arrabal es una agrupación orgánica (sin planeamiento urbanístico previo) de viviendas y comercios, normalmente asociado a clases bajas. El término se aplica normalmente para definir los crecimientos descontrolados que tuvieron lugar en las ciudades europeas durante la Edad Media. Cuando el territorio encerrado por las murallas comenzaba a escasear surgían viviendas en torno a las puertas, los caminos principales que partían de los núcleos de población y en torno a los nuevos monasterios que se fundaban allende las murallas. Posteriormente se hacía necesaria la construcción de una nueva muralla, más amplia, y los arrabales quedaban incluidos en la ciudad como barrios.

Los arrabales han existido siempre, ya que forman parte del desarrollo de los núcleos de población. Actualmente utilizamos términos más concretos, distinguiendo por ejemplo "urbanizaciones", "polígonos", "ensanches" o "parques de actividades" para definir crecimientos planificados, o "barriadas", "suburbios", etc, para referirnos a áreas degradadas del límite de la ciudad, olvidando u obviando que el crecimiento sea o no controlado. Cuando es descontrolado, en los países desarrollados suele deberse al desarrollo en viviendas unifamiliares, pero aun en este caso se aplica una normativa concreta (planes o normas específicas) de ámbito municipal.

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