Cerro Alcolea
Prontuario de artillería para el servicio de campaña. Por orden alfabético de materias. Por Don Ramón de Salas. 2º Comandante de Armas. 2ª Edición. 1833. Madrid
PIEDRAS DE CHISPA.
Es lo que vulgarmente llamamos pedernal: piedra silícea. Las mejores piedras son las perfectamente homogéneas, que no tengan vetas estrafias, ni aspereza al tacto, ni motas en el interior miradas á trasluz, lisas y medianamente frágiles. Las hay de varios colores y todas buenas. Lo son las inglesas casi negras y con poca trasparencia; las francesas ameladas y diáfanas; las de pedernal obscuro de Granada y las del claro de Aragon. El corte de cuatro bocas que se da á las piedras españolas es defectuoso, porque no se sujetan bien entre las quijadas del pie de gato. Es mejor cortarlas á la inglesa de una sola boca con dos caras planas paralelas. Se conservan bien en todas partes. Se empacan en cajones de media carga, que contienen cada uno 35oo piedras de fusil ó 5ooo de carabina, y pesan con ellas cuatro arrobas. Tambien se empacan en barriles de la misma cabida.
El reino de Aragon tiene canteras de pedernal negro en el término de la Muela: de pedernal rojo en Jaulin y Maria: de color de castaña en Fuen de todos: y de color de rayo en Yalmadrid.
'Los pcdernaleros de dicho pais no quieren contratar piedras de meseta á menos de 10 rs. el ciento, y esto contando con que se admitan en el número total parte de fusil y parte de carabina, y de cualquiera de las canteras indistintamente.
En el reino de Granada hay abundantes canteras de pedernal muy rico, de donde se ha sacado y saca hasta ahora el mayor surtido para las piedras de chispa destinadas al ejército. Por la última contrata se pagaba el millar á 4° rs- vn- admitiendo parte de carabina con las de fusil; pero la forma de dichas piedras era viciosa por ser piramidales y por ser estraidas de pequeñas geodas á causa de la pobreza de fondos de los pédernaleros que no podian costear el ahondar las minas, y se valían de pequeños grupos de pedernal rodados por el suelo. .,.
Las canteras mas generalmente beneficiadas son las de Periana, y los Gallumbares de Loja. Las del primer pueblo dan un pedernal de color pardo claro, y calculado el coste que tendría el millar de piedras de fusil bajo el supuesto de labrarse 6o@ al mes por cuenta del Cuerpo, admitiéndose cierto número de ellas para tercerola y pistola é incluyéndose un 10 por % de meseta, sería de 52 á 53 rs.
Segun la contrata vigente (en 1829) se les paga á los pedernaleros a5oo rs. por 62.500 piedras de chispa que deben entregar cada mts, y de las cuales son próximamente < 555oo de fusil.
. 1400 de tercerola. 56oo de pistola.
62500 de todas.
Si á los a5oo rs. se añaden i56 que recibe el examinador por su trabajo á razon de ai rs. millar, ya son a656 rs. el gasto mensual. Esta cantidad comparada con la de 3i4° rs., que segun el cálculo arriba hecho costaría labrar las piedras por el Cuerpo, da una diferencia en contra de 4$4 r,., Pero para eso queda ;'i beneficio de la fábrica todo el pedernal sobrante y partes de laja, de donde se podrían sacar de 6 á 8000 piedras de tercerola y pistola, y aun algunas de fusil.
Por el millar de lajas finas suelen pedir los maestros pedernaleros de Periana 3o rs. , y por la arroba de pedernales (que llaman á los que resultan al tiempo de lajar y sirven para piedras de tercerola y pistola) á 7 rs.
El cortar un millar de lajas viene á costar á i5 id■.
El labrar el millar de piedras á 30 id.
En estos datos no entra el coste de portes.
A los maestros de Granada suele costarles el millar de lajas de Periana, buenas con malas, 26 rs.:el de Loja, mezcladas tambien, 4o: el de Cuevas-bajas, superiores, á 110 y 120, é inferiores á 70. /
Otras canteras hay en el reino de Granada de mejor pedernal que las espresadas, y son las de Casarabonela, no lejos de Ronda. El pedernal es negro, jabonoso al tacto, y saca unos fuegos brillantes y duraderos. No se beneficiaba por estar lejos de Granada donde se encontraban bien establecidos los maestros pedernaleros, á quienes no tiene cuenta pagar el porte de cada arroba de lajas á 5 ó 6 rs., ó irse á establecer al mismo Casarabonela. Este esceso de gasto está obviado con labrarlas allí mismo por cuenta del Cuerpo. La Junta Superior Facultativa de él propuso esta medida, con la cual se conformó el Dijrector General, y asi se ha mandado por Real orden, previniéndose que todas las piedras deban ser de meseta.
Estas piedras finas de Casarabonela probadas en el fusil de 1828, siendo de la forma ordinaria, sufrieron, por término medio de varios disparos, la que menos 42 rastrillazos, y la que mas 101, sin faltar. Otras piedras ordinarias del mismo parage estuvieron entre i5 y 59 rastrillazos, dando por supuesto en todos las chispas suficientes á encender un cebo. Otra llegó á tirar por mi mano 114 rastrillazos dando escelentes chispas en todos, se entiende que por ana sola boca, y se entiende tambien que en esto de chispas van las piedras á medias con el rastrillo.
El tamaño de las piedras de chispa ha de ser proporcionado á las quijadas de la llave del arma, y á la distancia de estas al rastrillo. Para el fusil modelo de 1828, la tercerola modelo de 183i y la pistola de 181 5, se han arreglado en tres números. El número primero son las máximas de fusil: el número segundo las mínimas de fusil y máximas de tercerola: el número tercero mínimas de tercerola y únicas de pistola. Las del número primero han de tener 18 líneas de largo, 15 de ancho, y 4§ de grueso. Las del número segundo, 16 líneas de largo, 14 de ancho, y { de grueso. Las del número tercero, 14 líneas de largo, i3 de ancho, y 4 de grueso. Las de un tamaño que no esté entre estos límites es de desecho.