Comercios históricos de Villanueva de Algaidas

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Al lado de la iglesia, en Calle Málaga, se encontraba desde los años 40 la tienda de tejidos más antigua de la localidad: se llamaba la Tienda de Roque y Apolinaria y justo enfrente estaba la Bodega de Josefa, la de Paco desde los años 30, donde también vendían telas. Ambas tiendas perduraron hasta la década de los 60 cuando los dueños fallecieron y los hijos se marcharon a Madrid y no continuaron el negocio familiar.

Desde los años 50, existía otro comercio en Calle Málaga. Era el Descargadero de Manolo, era como un pequeño supermercado actual, en el que se vendían de todos los productos básicos de la época. De comestibles podíamos encontrar: frutas, conservas, cereales, verduras, y carne de cerdo (todas las semanas se mataban allí 6 cerdos), pan, aceite, azúcar, café. Otros productos que se podían encontrar allí era el tabaco y caramelos. Esta tienda estuvo abierta al público hasta los años 60.

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Justo en frente de esta tienda se encontraba desde los años 40 el Café de Manolo, un negocio del mismo propietario que el Descargadero de Manolo. Este negocio perduró hasta los años 70, cuando cerraron el edificio para reformarlo. Posteriormente se convirtió en el Bar de Pepe, perdurando hasta 1985. Más adelante se convirtió en Almacén de Bebidas, y en la actualidad desde 2003 volvió a convertirse en Bar, con el nombre de Café-Bar Azabache.

En aquellos años, los 40 y los 50, la Plaza de Abastos estaba en su esplendor, allí se encontraba la Pescadería de Ruperto y el Puesto de Cándida la "Positas" y la Churrería de Carmen la Paturra, los cargueros de Cuevas Bajas, una mujer de la Barriada Atalaya que se llamaba Ricarda y venía vendiendo higoschumbos, y la tienda de Modesta que tenía de todo, hacían matanzas de cerdos y todo el mundo compraba esos productos tan frescos. Toda la vida social, cultural e industrial transcurría en esta plaza, y todos los tratos de compra-venta de ganado se realizaban allí, en la calle y sin papeles de por medio.

Desde los años 30 en calle Córdoba estaba la tienda de Pepe Aboláfia, la cual era muy interesante porque era la única tienda de artículos de regalo de la localidad. Perduró hasta los años 60 esta tienda.

Hacia la misma época, en Calle Córdoba estaba la tienda de Andrea, que era sólo de tejidos. Esta tienda continuó su hija con ella y perdura en la actualidad.

Otro comercio de esta época era la tienda de Milagros donde vendían pollos y aceite. Este negocio continuó hasta los años 80, cuando se convirtió en Caja de Ahorros de Antequera. Posteriormente pasó a ser Caja de Ahorros de Málaga, y hasta 2009 estuvo abierta al público como Unicaja.

[Villanueva de Algaidas] contaba con dos farmacias hacia la mitad del siglo XX. Una de ellas era la Farmacia de Don Francisco Sánchez, y otra era la Farmacia Artacho. La primera se encontraba en Calle Constitución y la segunda en Calle Málaga desde 1944. Algunos medicamentos venían de los laboratorios de Antequera, y otros se formulaban en la misma farmacia como las pomadas reconstituyentes fabricadas con vino de Málaga y quina; también se hacían los jarabes. Dicha farmacia también disponía de droguería donde se hacían pinturas y perfumes. La farmacia se cerró en 1958 y la traspasaron a Antequera.

En 1950 en la plaza de abastos, donde se vendía de todo, se encontraba la tienda de Camilo Porras, la cual continuó abierta hasta 1982, siendo una de las tiendas con más historia de la localidad de Villanueva de Algaidas. En ella se vendía de todo, pudiendo encontrar zapatos, juguetes, licores, artículos de papelería, perfumería y artículos de regalo; principalmente comestibles y café a granel, por dos reales un vasito pequeño. El azúcar se vendía por un cuarto de kilo y así sucesivamente todos los artículos.

En la Plaza Arenal se encontraba el Taller de Emilio desde el año 1965, en el que se reparaban tractores, camiones, coches, motos y bicicletas. En el taller había 5 personas trabajando junto a Emilio que trabajaban cuando no estaban en el colegio. El taller continuó abierto hasta el año 2000.

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