Ditero

De Malagapedia
Saltar a: navegación, buscar
Ditero de Yunquera. Año 1975

Se trata de uno de los oficios que se están perdiendo dentro del entorno de la Sierra de las Nieves. Actualmente quedan pocos. En Yunquera, nos cuenta Juan Rivas Díaz, unos de los diteros que quedan. Oficio que según nos cuentan ha ido pasando de familiares a otros familiares.

El oficio de "Ditero" consiste en que la gente comprba una olla, por ejemplo, un plato de loza, una sábana, un cubo de lata y más tarde cuando vinieron los electrodomésticos, una nevera, un televisor, etc, etc y lo pagaban poco a poco. Un mes se daban dos pesetas, otro mes daba otra peseta y así hasta completar. El oficio sigue igual que antes, lo que ha cambiado son los artículos, que antes no había lavadoras ni na de eso. Según cuenta Juan Rivas, él los compraba por su cuenta y después los iba vendiendo.

Ahora los diteros son los bancos y las cajas de ahorros con las tarfetas de crédito ¡al 15 o al 18 por ciento de interés ¡. Los diteros a una silla, por ejemplo, que vaía 100 pesetas, se ponía luego en 110 o 115 y un año, dos o tres para pagarla.

Las cuentas se apuntaban en un libro, las hojas del libro se las hacían por encargo una imprenta. Este libro que ahora tiene nuestro último ditero de Yunquera tiene sobre unos 60 años, porque su cuñado ya lo tenía antes que él. Se apuntaba la gente y , por ejemplo, que si tú, fulanito de tal te has llevado tres sillas que valen cincuenta mil pesetas y das diez mil pesetas a 10 de enero de 2007, pues se apunta y así hasta terminar.

De los años sesenta a los ochenta y tantos fue una época dorada, donde los diteros tuvieron mucho dinero en la calle. Contaba Juan Rivas, que él nunca ha tenido problemas con nadio porque si se dicutía ahi terminaba todo. Los diteros de Yunquera han tenido gente de Yunquera sobre todo pero también de Alozaina, Tolox, el Burgo, etc.

Cuenta nuestro amigo ditero que el oficio lo aprendió de su cuñado con doce o trece años se iba con él e iba a prendiendo. Era como una profesión cualquiera, para poder comer. No daba para mucho lucro.

Principales editores del artículo

Valora este artículo

3.4/5 (8 votos)