Escudo de Comares
El escudo de Comares
Sentimos la necesidad de extendernos un poco sobre dicho tema, por creerlo de suma importancia y porque, de esta manera, completaremos uno de los más relevantes capítulos de la historia de la villa, además de que con ello contribuiremos a que se conozca mejor la significación del blasón y de su correspondiente mote. Sabemos, que el escudo de la Casa de Córdoba (de los Fernández de Córdoba) era de oro, con tres fajas de gules (rojo heráldico), y fue el que tuvo D. Diego Fernández de Córdoba hasta la merced que le fue concedida por los Reyes Católicos como consecuencia de su participación en la batalla de Lucena y en la captura de Boabdil (1483). Pero a partir de entonces el citado escudo fue acrecentado con la inclusión de la efigie del rey granadino, quedando, por tanto, de esta manera:
Escudo cortado. En la partición superior, de oro, siguen las tres fajas de gules primitivas, y en la partición inferior, en campo de plata, el rey moro Boabdil el Chico con cadena de oro al cuello, moviente del flanco siniestro, y bordura de plata con la siguiente leyenda: OMNIA PER IPSO FACTA SUNT, (todas las cosas por Él mismo son hechas).
Este fue el antiguo escudo de la Casa de Córdoba; pero según estudios, hemos podido observar que el referido escudo “sufrió una última transformación”, motivado a la cual el lema o mote figura en la parte superior de la orla y no rodeando su borde, estando éste ocupado con las veintidós banderas ganadas a los moros en la batalla de Lucena.
Parece ser que don Diego, por iniciativa propia, quiso sustituir el referido mote por otro más acorde con sus deseos, y, movido acaso de juvenil orgullo, “no exento de noble arrogancia”, escribió en el timbre de su escudo “el nuevo mote latino”, inspirado seguramente en palabras del apóstol San Pablo, en el capítulo 12 de la carta primera que escribió a los corintios, en su versículo 11, expresivo de que “todas las virtudes y todas las gracias las obra uno y un mismo Espíritu, repartiendo a cada cual conforme quiere”. Es creencia de que así formó don Diego el referido mote, quedando éste definitivamente como sigue: “Haec Omnia Operatur Unus”, (mas todo fue hecho por uno).
Parece que don Diego, al obrar así, “quiso reflejar, esculpida en su blasón, su sola interveción y arrogándose para sí solo la gloria de aquella hazaña, haciendo exclusivamente suya la captura de Boabdil”.
Por otra parte, de una firmada por Hijos de Espasa, fechada el 14 de octubre de 1921, y dirigida a don José Hermoso Ruiz, entresacamos, sobre el escudo de Comares, que “dicho escudo, publicado en la ENCICLOPEDIA ESPASA, figura y fue reproducido de la obra de Francisco Piferrer, titulada Nobiliario de los Reinos y Señoríos de España, en cuyo tomo VI, página 110, se halla asimismo la descripción de dicho escudo con estas palabras: “Ostenta las armas de la Casa de Córdoba, que son: En campo de oro, tres fajas de gules; cortado de plata y el rey Chico preso con una cadena de oro, orlado de banderas”.
Veintinueve años después de la visita de don Diego a Vitoria y de las mercedes que recibiera de los Reyes Católicos, la reina Doña Juana, el 20 de diciembre de 1512, por Real Cédula, hizo donación de la villa de Comares a don Diego Fernández de Córdoba, a cambio de la de Sedella, de la que era titular. Días después, el 27 del mismo mes, recibe don Diego el título de Marqués de Comares, y, más tarde, en enero de 1513, el mentado don Diego hace donación de su escudo -con Boabdil como figura destacada o principal- a la villa de Comares, de la que vino a ser señor.
El título de Marqués de Comares, que en 1512 le fue concedido a D. Diego por el rey D. Fernando y Dª Juana, su hija, lo ostenta en la actualidad la Duquesa de Medinaceli, después de haberlo poseído con anterioridad ilustres antepasados suyos, como por ejemplo el Duque de Medinaceli y Lerma, Adelantado Mayor de Castilla, según consta en el legajo 1542, folio 540 de los existentes en el Archivo Histórico Provincial de Málaga, (Casa de la Cultura), en el que el Escribano Pedro Ballesteros nos refiere que el dicho Duque de Medinaceli y Lerma, Marqués de Comares, sostuvo pleito (17 de julio de 1651) interpuesto por un tal Miguel Gutiérrez Gómez, vecino de Comares, respecto al pago de unos frutos “del año pasado”... en cuyas diligencias intervino Francisco de Alfaro, vecino y Regidor de la ciudad de Lucena, como Tesorero-Administrador de las Rentas de las villas de Comares, Canillas de Aceituno, Árchez y Corumbela...
En la Sala Andalucía (Sala Temboury), de la Excma. Diputación Provincial de Málaga, existe el libro de heráldica cuyo dilatado título dice como sigue:
RASGO HEROYCO Declaración de las Empresas, Armas y Blasones con que se ilustran, y conocen, los principales Reynos, Provincias, Ciudades y Villas de España, y compendio Instrumental de su Historia. Editado en 1756 por D. Antonio de Moya, y dedicado a S.M. Fernando VI. Por mano del Ilmo. Señor D. Alphonso Muñiz, Caso y Ossorio, Marqués del Campo del Villar, del Consejo de S.M., su secretario de Estado del Despacho Universal de Gracia, y Justicia, y Superintendente General de los Pósitos de España.
En el que se incluye, en su página 99, referencia histórica sobre el escudo de Comares, que dice así:
ARMAS CON QUE SE ILUSTRA Y CONOCE LA VILLA DE COMARES.
A seis leguas distante de la ciudad de Málaga se halla la villa de Comares, la que con título de Marquesado concedieron los Reyes Católicos a Don Diego Fernández de Córdoba, Alcaide que fue de los Donceles. Diéronla sus dueños las Armas que tiene, y son: en Escudo dorado, tres fajas de gules, y en punta el busto del Rey Chico de Granada, preso con una cadena de oro, en Campo de Plata. Esta prisión se hizo cerca de la ciudad de Lucena, como lo refiere Rodrigo Méndez en la Población de esta Ciudad; y en la declaración de su Escudo de Armas se expresan las de los Córdova, las que blasona en muchas partes Don Joseph Avilés en su Ciencia Heróyca, donde se pueden ver, y en otros autores, que, conforme a las reglas del Arte, las declaran.
La historia heráldica de Comares es la de su Marquesado. Sus armas, las del joven Alcaide de los Donceles, Diego Fernández de Córdoba -diecinueve años- conseguidas al prender al mismísimo rey Boabdil en el arroyo de Martín González, cerca de Lucena, en 1483, incrementando los blasones de toda la Casa de Córdoba, juntamente con su tío, el Conde de Cabra.
Comares tiene por armas “las de sus dueños”, es decir, las de los Fernández de Córdoba (D. Diego), el cual llegó a ser dueño de la villa por permuta que hizo con la de Sedella. Pero a lo largo del tiempo, estas armas sufrieron ciertas modificaciones, viniéndose a concretar cómo ha de quedar fijado definitivamente el escudo de Comares.
Las banderas, veintidós en total, que ostenta el escudo de Comares, constituyen de por sí como si dijéramos “la columna vertebral” del blasón, pues en ellas está, ciertamente, la historia que lo hizo posible.
Necesario va siendo plantear en detalle las distintas representaciones que el blasón de Comares ha venido experimentando al paso de los años. Su planteamiento debe considerarse imprescindible para un mejor enfoque histórico de las armas de la villa o lo que viene a ser lo mismo, de su Marquesado, cuestión ésta muy interesante habida cuenta los distintos e importantes acontecimientos en que estuvo envuelto Comares siglos atrás.
En el Ayuntamiento de Málaga existe una representación del escudo de la villa y que se describe así:
“Este escudo representa, en un campo entado en punta o más bien mantelado, al rey Boabdil y las tres fajas de la Casa de Córdoba. La forma no es la española, sino la antigua francesa, forma que tuvo cierto arraigo en España en época de inspiración gala. La partición del campo, con un entado en punta o mantelado, es inusual en las armas del Alcaide de los Donceles, no obstante ser adoptado por el Conde de Cabra, dado el añadido que debió hacer a sus armas, que ya estaban cuarteladas de Carrillo. En comble aparece el lema HAEC OMNIA OPERATVR VNVS, y el escudo está orlado con las veintidós banderas, ganadas a los granadinos, monocolores y pintadas de lo mismo dos y una sucesivamente, y movientes. Carece de timbre, que debería ser la corona marquesal, y al pie nos aclara que son las “Armas y mote de Comares. 1513”.
Hubo un tiempo en que el Ayuntamiento de Comares usó un sello de beneficiencia en el que se representaban -erróneamente- sólo once banderas en lugar de las que le corresponden, que son veintidós. Y tenía, además, cuatro fajas de gules, en vez de tres, que son las originarias de la Casa de Córdoba.
En el sello que venía utilizando el Ayuntamiento se incluye una representación del escudo (fiel reflejo del que se conserva en el Ayuntamiento de Málaga) y que, como hemos observado, no se ajusta a la realidad, toda vez que, además de faltarle la corona que nos hace suponer que fue más bien una libre interpretación del artista que trabajó en su composición.
Por otra parte, del Archivo de la Fundación Ducal de Medinaceli, Sevilla, se recibe en su día fotografía del escudo de Comares que, tampoco corresponde al primitivo blasón, pues rodeando su borde nos presenta, cuarenta y dos banderas, además de que la corona que figura en el timbre no es la marquesal. Esto nos lleva a opinar que, como en el caso anterior, dicho escudo se debió sin duda a una libre interpretación del mismo por el artista de turno de acuerdo con la época en que lo proyectó y pintó. El escudo en cuestión, según se informó desde Sevilla, precede a un manuscrito probanza del privilegio de Lucena, de la prisión del rey de Granada y otras hazañas de la Casa de Comares, realizada en virtud de provisión del concejo con motivo de un pleito sobre alcabalas, año 1614.
No obstante se comprende fácilmente la acumulación de banderas en el escudo de referencia, ya que la guerra “contra el moro” no concluyó con la batalla de Lucena precisamente, de donde arrancan las veintidós que dieron motivo a la merced real, sino que siguió en todas las demás campañas de las guerras de Granada, y, después en la toma de Mazalquivir y en la conquista de Orán, con intervención de los Fernández de Córdoba, ya en el siglo XVI. De esta manera el citado escudo fue incrementando con respecto a sus banderas, las cuales se le fueron agregando a medida que iban siendo “ganadas al moro” en diferentes épocas.
Así que, dada la complejidad e inconcreción del blasón, se imponía la necesidad de buscar en otras ramas de los Fernández de Córdoba, a fin de tratar de encontrar representación fidedigna del escudo.
El hallazgo definitivo se produjo en Baena. Allí, en la iglesia de las Dominicas de la Madre de Dios, situada en plena almedina, donde, por cierto, estuvo el castillo del Conde de Cabra y señor de Baena, se encuentran varios escudos de hierro forjado sobre el enrejado de entrada al altar mayor, y dos escudos obispales en las columnas laterales, aparte de los colocados en los propios laterales del altar mayor. Todos orlados de las veintidós banderas, y en las del altar mayor, policromadas. Su colorido y forma debieron ser similares a las originales, o, al menos, tienen el prestigio de ser de las más antiguas reproducciones que se conocen. El artista pudo disponer de las banderas originales que se encontraban depositadas en la torre del Homenaje del castillo de Baena, donde permanecieron largos años hasta que el paso del tiempo las destruyó.
Las banderas conservan claramente su colocación y sus distintas formas, Dieciocho de ellas son blanquiverdes. Son, por tanto, una de las fuentes testimoniales de la simbología blanquiverde de la bandera andaluza, que fue antes andalusí y procedía de los colores usados en los reinos andalusíes durante un buen número de siglos.
No cabe duda que la fijación de las armas de Comares ha debido preocupar a estudiosos del tema de otras épocas, ya que nunca estuvo muy clara la definición del escudo. Se precisaba, por tanto, una concreción al respecto que pudiese aportar nueva luz sobre el propio linaje de los Fernández de Córdoba, muy necesario habida cuenta la prosapia de este apellido y su vinculación con Comares.
Hoy, conforme a los cánones más precisos de la heráldica, y arrancando, también, de fuentes valiosas halladas en los archivos históricos de la capital, Comares cuenta con su escudo, con el blasón que le corresponde por derecho, desde 1513 hasta hoy y para siempre, perfectamente definido según los más rigurosos principios de la Heráldica. El pueblo de Comares debe experimentar satisfacción y orgullo por este hecho, debido, sencillamente, a que la propia historia le fue pródiga en el avatar de los siglos, muy concretamente desde finales del siglo XV en que tuvieron lugar acontecimientos importantísimos que cimentaron su nombradía.
Así, pues, considerando lo expuesto y visto que las armas del Marquesado de Comares son las de la villa, se hace preciso fijar definitivamente las mismas en base a las siguientes conclusiones:
Escudo cortado. En la partición superior, de oro, tres fajas de gules. En la inferior, de plata, el rey Boabdil con su cetro y cadena al cuello, moviente del flanco siniestro, ambos de oro. Bordura de plata con la leyenda en letras de sable: HAEC OMNIA OPERATVR VNVS. Orlado de veintidós banderas, en sus colores originales, desde el borde exterior del cantón diestro del Jefe hasta el mismo punto del siniestro.
Al timbre, la corona marquesal, que es un círculo de oro engastado de piedras preciosas, compuesto de cuatro florones de hojas de acanto, visibles tres, con doce perlas puestas entre éstos, de tres en tres y visibles dos grupos de ellas.
El Ayuntamiento de Comares, en sesión celebrada el 27 de noviembre de 1985, acordó por unanimidad aprobar la fijación definitiva del escudo, según proyecto presentado por Gallego Sánchez y previa lectura de los informes emitidos por el Secretario Interventor de dicha Corporación, en los que se expusieron detalladamente los antecedentes jurídicos del tema, con la intervención asimismo del concejal responsable del área de distinciones y honores. Dicha fijación quedó refrendada con las firmas del Alcalde, D. Manuel Robles Robles, y el Secretario de Administración Local, con ejercicio en el Ayuntamiento de Comares, D. Alfonso Barrios Cardona.
Principales editores del artículo
- Comares (Discusión |contribuciones) [4]
- Fátima (Discusión |contribuciones) [2]