Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación (Benaque)
La iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, de Benaque es la iglesia parroquial de este anejo de Macharaviaya. Su principal característica es el valor paisajístico y la potencia que adquiere su imagen como definitoria del propio entorno natural. Dicha evidencia le dota ya de un cierto interés y le confiere el carácter de un hito visual definidor del paisaje y de la propia imagen lejana del núcleo.
Descripción
El templo está construido sobre la antigua mezquita. El volumen que define al inmueble, se estructura espacialmente en una sola nave, un espacio rectangular en el que se inscribe, en sus pies la propia torre y la escalera de subida a la misma. A la nave principal se añade en el lado original del evangelio, una construcción longitudinal, junto a ella se encuentra el cementerio parroquial. A los pies de la iglesia la nave se ensancha en uno de sus laterales. Este espacio separado del bajo antiguo coro se utilizó como sacristía, actualmente se forma parte del edificio principal. Bajo la Torre, antiguo alminar, se encuentra la actual capilla bautismal. Dado que el inmueble no posee más que tres naves, carece de soportes verticales tales como columnas o pilastras que puedan definir y concretar una definición estilística. Circunstancia similar ocurre con los arcos.
La actual armadura y cubierta data del año 2003, año en que se realiza la total rehabilitación del edificio. Las pinturas murales que adornan las paredes han sido restauradas por Carlos Monserrate y Doña Pilar Ruano, se identifica la iconografía de figuras de apóstoles, un crucifijo y un San Cristóbal. La pintura mural existente es sin lugar a dudas de autoría cristiana, quizás mudéjar o posterior y su estilo es extremadamente sencillo, en su rehabilitación no se recuperó lo que existía, no añadiéndose nada.
Sin duda uno de los elementos más emblemáticos y elocuentes del inmueble es la torre campanario, cuyas proporciones y fábrica de verdugados de ladrillo alternativo con mampostería y refuerzo de ladrillo en los ángulos, puede responder a la existencia de, al menos, el cuerpo inferior del alminar. La cubierta es de teja a cuatro aguas y bajo ella el alero, que al igual que en parte de las naves está formado por varias líneas de ladrillo de canto flanqueando una lancela convexa.
Leyenda
Cuenta que una vecina del pueblo de Benaque, trajo una fotografía en blanco y negro de su pueblo natal. La vecina, que era muy devota, lo donó a la iglesia, como obsequio por no haberle pasado nada a su marido, pues era uno de los "Topos de Benaque".
Al trascurso de unos meses, llegó la Semana Santa y siendo el Viernes Santo por la tarde, mientras escuchaban la misa, los vecinos y vecinas que allí se encontraban observaron que al cuadro del Cristo le estaba sucediendo algo. Los vecinos y vecinas se acercaron con curiosidad y vieron asombrados como la banda que llevaba el Cristo se iba volviendo de color verde.
Todos y todas allí presentes no pueden salir de su asombro, pues no se explican como una fotografía que en su origen era de blanco y negro, se volviera de color verde, pero lo más increíble de todo, que solo la banda que cubre al Cristo.
Galería
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