María Rosa Gálvez de Cabrera

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María Rosa Gálvez de Cabrera (n. Málaga, 14 de agosto de 1768 - † Madrid, 2 de octubre de 1806), poetisa y dramaturga española de la Ilustración y el Neoclasicismo.

Biografía

Nació en Málaga, según unos, o en Macharaviaya, un pueblo de la provincia; fue hija adoptiva (natural, opina Díaz de Escovar) de Antonio de Gálvez, coronel del ejército, y de Mariana Ramírez de Velasco, sobrina de José de Gálvez, ministro de Carlos III y 1º Marqués de la Sonora, y prima de Bernardo de Gálvez, Virrey de Nueva España y 1º Conde de Gálvez.

Contrajo matrimonio en Málaga con su primo el capitán José Cabrera Ramírez y el matrimonio se instala a Madrid quizá antes de 1790, pues ese año aparece citado su nombre varias veces en el Diario de Jovellanos. Allí frecuenta los círculos intelectuales ilustrados y amista con Manuel José Quintana y especialmente Manuel Godoy, lo que vuelve celoso a su marido, quien, al poco, es nombrado agregado de la delegación de España en Estados Unidos.

María Rosa permaneció en Madrid, donde continuó su presunta relación amorosa con el primer ministro de Carlos IV, Manuel Godoy, que le valió los desaires del sector profernandino e ironías sobre la protección que éste extendió sobre ella (auspició la edición de los tres volúmenes de sus Obras poéticas (1804) por orden del ministro Ceballos en la Imprenta Real sin los abonos correspondientes), lo que afectó al juicio de su obra tanto como su condición de mujer o de divorciada. El caso es que se entregó a desarrollar una caudalosa vocación como escritora, volcada sobre todo en el teatro, el periodismo y la lírica. Colaboró así en Variedades de Ciencias, Literatura y Artes y en La Minerva o El Revisor General. Con grandes penurias económicas, falleció prematuramente, en Madrid a los 38 años, siendo enterrada en la iglesia de San Sebastián.

Algo había en ella de moderno e independiente que inquietaba vagamente a sus contemporáneos varones y no podían entender; fue atacada por consideraciones ajenas a su mérito literario intrínseco (su feminismo, su independencia, su conducta moral ajena entonces a los valores de la época, su relación con Godoy); la crítica actual ha puesto su obra en su justo, digno y merecido lugar.

Obra

Su producción dramática se halla dentro del Neoclasicismo de los siglos XVIII y XIX, aunque, según Enrique del Pino, ya se ven componentes románticos en su obra: la exaltación trágica, la pugna del yo con el nuevo entorno, la búsqueda de escenarios exóticos y lejanos (Oriente, la Antigüedad), el deseo de libertad y autonomía.

Sus circunstancias personales y sus planteamientos modernos le granjearon muchos enemigos. En la «Advertencia» del segundo volumen de sus Obras poéticas proclamó orgullosamente ser la primera mujer española que se había dedicado al teatro, y defendió el cultivo de la originalidad en el mismo a despecho de quienes imitaban, traducían, adaptaban y refundían constantemente modelos extranjeros o tradicionales. Compuso un total de 17 obras para el teatro: seis tragedias, tres comedias, cuatro obras breves, una zarzuela, y tres traducciones. Ocho de sus obras fueron representadas en Madrid durante los años de 1801-1805, y por lo menos dos volvieron a las tablas después de su muerte. Las obras representadas aparecían en los teatros principales del día, como el Príncipe y los Caños de Peral; los actores más famosos de la época, Isidoro Máiquez, por ejemplo, interpretaban los papeles de Gálvez. Su comedia Familia a la moda comenzó la temporada del teatro de los Caños de Peral en 1805. Las reseñas de sus obras salían publicadas en los periódicos más notables del fin del siglo XVIII en España, como el Memorial literario, instructivo y curioso de la corte de Madrid y Variedades de ciencias, literaturas y artes. Su tema más habitual es la conquista de la libertad, por lo cual se opone a los casamientos estalecidos por los padres, como Moratín, o a la esclavitud, como en Zinda, o al sometimiento a ciegas pasiones, como en La delirante, o a los condicionantes del teatro tradicional como en Los figurones litearios, apoyando la reforma neoclásica.

Su punto de vista es estrictamente femenino y aun feminista: la mujer, con todos sus sueños, deseos y frustraciones en un mundo dominado por el hombre. Un repaso de estos temas comprueba la alta «autoconsciencia femenina» de la dramaturga ilustrada. Destacan los de la violación, la amistad femenina, la vista positiva de una sociedad matriarcal y, en la tragedia La delirante, la locura femenina. Otro tema que se repite en el teatro de Gálvez es el suicidio femenino (Safo, Florinda y Blanca de Rossi) como única salida para una sociedad injusta. Asimismo, las obras de Gálvez abogan por varios derechos específicos de la mujer: la necesidad de ayudar a la viuda (Ali-Bek); la opción para la esposa de separarse del marido que no cumple con sus responsabilidades de familia (El egoísta); el peligro del cortejo (El egoísta); el aspecto positivo del amor libre, fuera el sacramento del matrimonio (Safo); la crítica de la costumbre del serrallo (Ali Bek); el derecho de escoger marido (El egoísta, Los figurones literarios, Safo, Blanca de Rossi, La delirante, Un loco hace cien).

Fue, entre los comediógrafos seguidores de Leandro Fernández de Moratín, quien más supo aproximarse a su modelo si exceptuamos a Francisco Martínez de la Rosa o Manuel Eduardo de Gorostiza. De sus cuatro comedias (Un loco hace ciento, que luego llegó a libreto de ópera; Catalina o la bella labradora, El egoísta y Los figurones literarios) esta última es la mejor y más característica; se trata de una imitación de La comedia nueva de Moratín en la que hay personajes muy bien caracterizados y representativos de la época como el erudito don Panuncio, el constructor mecánico don Cilindro, el anticuario don Epifanio y el poeta don Esdrújulo. El personaje principal, el erudito Panuncio, es víctima de los aduladores como en la pieza de Moratín. El personaje mejor tratado es el Barón de la Ventolera, desatentado galicista.

Inferiores son sus tragedias, aunque alguna de ellas, como Amnón, contiene situaciones interesantes. En la titulada Florinda hace que la famosa Cava termine suicidándose mientras recrimina a su padre Don Julián por ser causa de la pérdida de España. De La delirante es protagonista Leonor, hiza de María Estuardo y casada con Lord Arlington, quien la mata traidoramente. Tanto estas tragedias como las restantes (Ali Bek, Blanca de Rossi y Zinda -que ataca la esclavitud-) están escritas en el habitual romance heroico o endecasílabo, y son bastante desordenadas. Escribió además un melólogo, Saúl, un drama trágico en un acto, Safo, y Bion, ópera lírica también en un acto. Aparte de estas obras originales tradujo piezas extranjeras.

En cuanto a su poesía lírica, Manuel José Quintana la juzgó de estilo claro y puro y de versificación fácil y fluida. La Oda en elogio de la Marina española y la titulada Viaje al Teyde, al estilo de Quintana, tienen trozos de espontánea y fácil inspiración. Otros destacan sus odas A la campaña de Portugal, A la Beneficencia (que dedicó a la condesa de Castroterreño) y A la campaña de Bonaparte en Italia. También son destacables su Descripción filosófica del Real Sitio de San Ildefonso, la poesía La noche y los versos sáficos A Quintana.

Sus Obras poéticas, que pese a su título incorporan también las dramáticas, aparecieron en tres volúmenes (Madrid, Imprenta Real, 1804) y algunas de sus piezas teatrales se habían incorporado ya al volumen El teatro nuevo español (1801).

Bibliografía

  • Cabrera Ortiz, J.L. y A. Luque Ortiz, El valor de una ilustrada: María Rosa de Gálvez, Málaga, Instituto Municipal del libro, Ayuntamiento de Málaga, 2005.
  • Daniel S. Whitaker, "La mujer ilustrada como dramaturga: el teatro de María Rosa Gálvez", en Antonio Vilanova (dir.) Actas del X Congreso de la Asociación Internacional de Hispanistas (1989).
  • Mª. A. Carmona González, Escritoras andaluzas en la prensa de Andalucía en el siglo XIX. Cádiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz, 1999.
  • N. Díaz de Escobar, Galería de malagueñas. Apuntes para una obra biográfica de las mujeres, hijas de esta Provincia, o residentes en ella, que se han distingudo por su talento, piedad, valor, ilustración. Málaga, Tip. La Equitativa, 1901.
  • Mª. I. Jiménez Morales, Escritoras malagueñas del siglo XIX. Málaga, Universidad, 1996.

Referencia

Este artículo incorpora material de una entrada de Wikipedia, publicada en castellano bajo la licencia GFDL.

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