Paco Sola

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NOTAS SOBRE LA PINTURA DE FRANCISCO DE SOLA
Yunquera (Màlaga)


Como dijo el genial pintor, P. RUIZ PICASSO; "Se pinta lo que se ama

La pintura de Paco Sola es muy personal, en la que hay que destacar sus tonalidades oscuras, imprimiéndole a sus cuadros un ambiente romántico y algo bucólico.

En sus innumerables retratos realizados con técnica al óleo sobre lienzos o tablex, puede observarse tal estilo, con fondos inventados, creados por su "yo" interior. El trazo es amplío, utilizando un pincel ancho, difuminàndo los diferentes tonos y colores, como los verdes vejiga, el azul prusìa, los rojos cadmio y las tierras tostadas.

Y sobre estos fondos recreados, aparecen retratos, a veces en su primer plano, en otras la figura aparece sentada y se muestra hasta la altura de la cadera; ahì si hay algo de luz en los rostros conseguidos a base de amarillo nápoles y ocres, todo suavizado con blanco titán y donde los empastes son escasos. En algunos retratos podemos ver parte de los rostros muy marcados, como en los bordes de labios y ojos, quedando demasiado acentuados.

En el primer plano, si lo permitìa el cuadro, aparece la pintura màs espesa a base de utilizar la espátula, pero siempre predominando las tonalidades oscuras, como si quisiera "huir de la luz", de nuestra luz mediterrànea.

Oleo La niña del violin

Ademàs de realizar innumerables pinturas por encargo, de vez en cuando, gustaba de pintar a personas conocidas y queridas por el pueblo, como podìa ser Falo, con su saca del correo al hombro, esta pintado sobre tablex, Paquillo "el fermino" o el guardia municipal Ruiz LÓPEZ, estè realizado a lapiz, como boceto previo para un òleo, que desgraciadamente nunca llegò a realizar, esta dibujado sobre un talbex. Personajes de nuestro pueblo húmildes pero muy entrañables.

A Manuel Martìn Macias, el niño de Rafi, lo pintò con su carita angelical y los cabellos rubios, representando a un niño mendigo con ropajes de color marròn ,abierto hacia un lado, descubriendo su jovensísimo pecho, ante un fondo oscuro, conseguido a base de verdes y azules intensos, existiendo entre ellos, un proceso de difuminado.

Los paisajes realizados por Paco Sola, son innumerables, y al pintarlos, los vestía de cierto misterio, como se puede apreciar cuando tratò el Convento de las Nieves, visto de distintos angulos. Allí los cielos aparecen suaves algo celeste-azulinos unos y otros con marcados nubes en tonos grises, amarillos y blancos, consiguiendo un ambiente invernal, con una luz casi mortecina, como es la que puede esistir a la caída de la tarde de invierno.

El edificio del Convento, hoy casa de labor, queda remarcado, utilizando la espátula, para conseguir dar mayor relieve a susu fachadas desconchadas por el paso del tiempo.

La Fuensanta fue otro de sus motivos favoritos, un viejo caserio, antiguo molino, rodeado de una epesa arboleda a la que imprimia su sello partiular, con verdes amplìos, desde el tìmido verde-amarillo al duro verde vejiga combinado con algo de azul prusia.

Tambièn, como no podía ser menos, plasmó en sus obras rincones de su pueblo y siempre añorado como por ejemplo, la calle más pintoresca, "pilar del piojo", hoy C/ Virgen del Rosario. En el cuadro, Paco Sola, de nuevo aplicò sus caracteristicos tonos sombrìos al ralizar las sombras de los suelos y vuelos de los viejos tejados.

Frente a estos temas ya no podía huir de la luz, los blancos de las fachadas aparecen resueltos con espatulazos, aunque siempre acompañados de tonos grises, anaranjados y amarillos viejos. En difinitiva, un estilo propio, una forma de ver y sentir una realidad.

En muchas ocasiones tuve la gran suerte de acompañar a Paco Sola, en sus salidas al campo, para realizar apuntes a la acuarela, una tècnica en la que los colores aparecen màs diluidos, pero en su mano, de nuevo, impregnaba el papel grueso de la marca "Guarro", con tonos oscuros en los primeros planos de matorrales , rocas y suelos, aunque dejando los cielos vaporosos, claros y limpios. En ocasiones para destacar algùn rincòn de las fachadas, de edificios, empleaba el blanco de témpera, sin diluir, de forma espesa. A cierta distancia, sus acuarelas parecen óleos, una circunstancia curiosa de mencionar.

Acuerela de la antigua venta de Yunquera

Las marinas tambièn fueron tema recurrente en el pintor, con nublados pesados, intentando ocultar la luz de la luna en unos casos y logrando en otros fugaces ocasos. Al tratar el oleaje y para conseguir plasmar la transparencia de las aguas, utilizaba, un pincel ancho, de tamaño mediano, para los reflejos y movimientos del agua, evitando el detalle minucioso de finos matices, intentaba, en fin, impresionar al espectador con su particular pincelada. Su horario de trabajo, frente al caballete, solía desplasarlo a la noche incluso madrugada, le gustaba la tranquilidad de estas horas, propicia para muchos artistas, donde pueden encontrar "La inspiración". Aunque naturalmente los apuntes al natural y con la técnica a la acuarela, lo hacía por las mañanas.

Respecto a la técnica al óleo, solía aprovechar los restos del aguarrás,para proximas obras, sobre todo para el inicio, es decir "el manchado". Escrupuloso en eldibujo de figuras y retratos, y de mano alzada, en paisajes y rincones rurales.

Recuerdo con nostalgia, una tarde, como tantas otras que pasaron, en su estudio de Yunquera, en el mes de septiembre. Cuando el reloj marcaba las seis,através de las ranuras de un persiana medio enrrollada, penetraban unos rayos de un sol casi otoñal, los cuales se dibujaban sobre un viejo suelo de barro rojizo. Nos visitaba la niña Ana María, y como era característico en él, con su buen humor y su conversación, me ruborizaba ante aquella muchacha. Mientras el acababa una acuarela, y yo seguía en la disciplinada y nesesaría técnica del dibujo. Los tres veíamos pasar la tarde con nuestras miradas azulinas.

El niño de Rafi, pintado por Francisco Sola
El convento, pintado por Francisco Sola
Retrato de Paquillo el Fermino

En difinitiva, Paco Sola fuè un pintor, un artísta con su peculiar forma de entablar un diálaogo íntimo entre la realidad y su yo más personal.

Por último, debe destacarse lo màs importante en Paco Sola, su sencillez y su gran categorìa humana, heredada de sus antepasados, con su habitual trato personal y cordial con todos.

Sirva este comentario como un sentido homenaje, a su figura artística y sobre todo a su calidad humana.


Su Alunno y Amigo: Miguel Merchàn Toledo (Yunquera, mayo de 2.009)

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