Un momento para el recuerdo Yunquera

De Malagapedia
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UN MOMENTO PARA EL RECUERDO

El verano se nos fuè, igual que los visitantes que andaròn de arriba y abajo, por nuestra calles. Pero si observamos con cierto detenimiento en el paisaje urbano, algo si que se nos fuè y para siempre. Nuestra madres solìan ir a comprar a ùltima hora y admàs con cierta prisa, porque seguro allì lo encontrarian.

En esta tienda el tiempo no parecia existir, pero era una verdadera distracciòn observar, los innumerables artìculos, desde hilos para bordar y coser, pinceles, caramelos, galletas, canicas de cristal, colonias, enchufes elèctricos, jarrillos de procelana, en fìn.... un desorden dentro del orden. !Ahora eso sì! siempre hubo por parte de sus dependientes un trato amable y respetuoso con el cliente, en definitiva humanidad.

En estè pintoresco y entrañable comercio comprè mi primera caligrafìa, làpices, compas y reglas, hasta viejos plumines con sus correspondientes palillos, para dibujar mis primeros dibujos ha tinta china, toda una gran curiosidad dentro de un reducido espacio.

Hoy en dìa la tienda esta cerrada, el reloj del viejo campanario marca las doce del mediodìa, y sobre la fachada de irregulares esquinas se ciernen violacèas sombras, acompañadas del siempre juego de intensas luces, aunque varien sus tonalidades por el cercano otoño, las puertas permanecen cerradas igual que sus ventanas, ademàs llenas de polvo.

En su interior quedaròn tantos recuerdos , innumerables conversaciones, cuentas pagadas he impagadas y alguna que otra anecdota.

Era habitual que llegando el mes de diciembre, y cerca de las fiestas navideñas, en la pequeña tienda, brotaba un fino aroma, era la Matalauva, especie que era utilizada como condimento para la elabaorciòn del dulce casero tan exquisito, que se hacia por aquellos dìas, como podian ser las empanadillas o los roscos.

Yunquera ha perdido algo màs que una simple y pequeña tienda. Pero ahì estàn los super-mercados, màs iluminados con una llamativa propaganda de precios y colores.

No nos damos cuenta, de la desapariciòn de las cosas sencillas de nuestro alrededor, quedando solò el nostàlgico recuerdo.

Con todo mi respeto y cariño, hacia aquellas personas, que duranteo tantos años supieròn dar un caracter especial y humano a la " TIENDA DE ROMAN" para Antonio y Carmen y su hijo Antonio.



Hay que ser consciente de la propia existencia y disfrutarla





Miguel Merchàn Toledo


                                                          (escrito en 1.993)

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