Un paseo por las calles y rincones de Gaucín

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Datos

  • Distancia: 2 km.
  • Duración: 2.30 h (variará en función de la posibilidad de visitar el castillo).
  • Dificultad: fácil.

Época recomendada: todo el año, en función del horario del castillo.

De junio a septiembre: de 10.30 a 13.30 y de 16.00 a 17.30. De octubre a mayo: de 10.30 a 13.30 y de 16.00 a 18.00. Cerrado: lunes y martes.

Descripción

Este paseo puede iniciarse en cualquier punto del itinerario dado que es un recorrido circular por las calles del pueblo. Tomamos como lugar de partida el cruce de calles delante del mercado de abastos, por ser uno de los lugares más frecuentados, céntricos y conocidos de Gaucín.

Comenzamos el paseo en la intersección de calles popularmente conocida como “la esquina Matías”, lugar de encuentro y reunión de algunos gaucineños que lo utilizan como atalaya desde la que contemplar y comentar los acontecimientos y personas que por ahí transitan. En este punto, al comienzo de la Calle del Corral (Gaucín), se encuentran la oficina de Unicaja, con su cajero automático, el mercado de abastos, el bar Pajuelo y una cabina telefónica al comienzo de la pequeña calle peatonal por la que vamos a dirigirnos, la Calle Toledillo (Gaucín). En ella se localizan la tienda de electrodomésticos y el restaurante La Fuente. Seguimos por la misma calle manteniendo siempre la izquierda hasta desembocar de nuevo en la calle del Corral, antiguamente de San Juan de Dios, justo enfrente de la bonita fachada del nº 8, antigua Fonda El Nacional, un símbolo más de la hospitalidad de Gaucín. Funcionó durante casi doscientos años proporcionando alojamiento y comida a todos los viajeros que por aquí pasaban, hasta que en noviembre del 2001 cerró sus puertas. Sus dueños todavía conservan un valioso libro de huéspedes en el que se pueden leer las firmas de viajeros ilustres de los siglos XIX y XX, como Lord Byron o Farah Diba.

Proseguimos por la calle Corral hacia la derecha y encontramos en la primera esquina de la derecha, el bar La Fragua, también conocido como la taberna de Manolo, un lugar excelente para tomarse un fino. Después, ascendemos por las escalinatas de la calle de los Bancos, hasta la plazoleta con la fuente que, con el sonido de sus aguas, alegra la terraza que coloca el bar Paco Pepe durante el buen tiempo. Al final de las escaleras giramos a la derecha e inmediatamente a la izquierda para comenzar a subir por la Calle Alta (Gaucín). Nada más pasar el nº 18, podemos ver uno de los pocos ejemplos de arcos, sobre las estrechas calles, que fueron tan característicos de la arquitectura de las ciudades andalusíes, así como fachadas muy bien restauradas, como la del nº 46. Por el lado izquierdo de esta calle podemos observar los primeros ejemplos de cómo Gaucín y sus casas se ubican sobre un estrato rocoso, ya que de muchas partes bajas de los muros sobresalen rocas encaladas, completamente integradas en la fachada, como en la casa nº 21. Si miramos hacia el final de la calle, podremos comprobar cómo algunas vecinas se preocupan de embellecer la calle con abundantes plantas y flores y, a lo lejos, en lo alto, vislumbraremos el castillo.

Giramos a la izquierda, justo enfrente del nº 76 de la calle Alta, y subimos por un estrecho y pintoresco callejón con forma de escalinata, jalonado de casas sobre rocas; un agradable y escondido rincón del pueblo. Aquí nos mantenemos pegados a las casas de la derecha y tomamos el primer callejón que sube a la derecha inmediatamente después del n.º 29. Este corto callejón finaliza en la Calle Parras 1/2 (Gaucín), la más alta del pueblo, que tomamos hacia la derecha, y la recorreremos hasta la primera calle a la izquierda. Para pasear por la calle Parras conviene aprovechar la acera elevada del lado izquierdo que permite disfrutar de una de las panorámicas más bonitas del pueblo, un balcón ideal para contemplar los tejados de Gaucín en primer plano y todas las vistas hacia el sur, hacia Gibraltar y África. Al final de esta acera elevada, en el lado izquierdo, podemos ver las rocas calizas que conforman el cerro sobre el que se asienta Gaucín y, sobre ellas, sus plantas más típicas: las chumberas, los olivos y los algarrobos.

Reanudamos el paso por la primera calle a la izquierda, a la altura del número 55, que nos lleva hasta el castillo del Águila. Este camino, perfectamente empedrado y conocido como la Cuesta del Niño Dios, nos permite disfrutar de unas magnificas vistas del pueblo. Ascendiendo por él, en el lado izquierdo, se ven pequeñas huertas y corrales que rodean algunas zonas de Gaucín, huertas destinadas al consumo familiar. Al llegar a la parte alta del cerro, nos sorprenderá la impresionante panorámica hacia la parte alta del Valle del Genal. Desde la puerta del Castillo, mirando hacia el oeste, se atisba el pueblo de Cortes de la Frontera, en el Valle del Guadiaro, enmarcado por las masas rocosas grises de las Sierras de Los Pinos y Blanquilla, y al este, en el Valle del Genal, destaca sobre la densa masa forestal el bonito pueblo blanco de Genalguacil. Este camino ascendente acaba en la puerta del castillo. Si está abierto, ¡adelante!, seguimos nuestro paseo por dentro del castillo (opción A). Si estuviera cerrado, pasamos a la opción B.

OPCIÓN A: dentro del castillo. Si la puerta está abierta, de frente nos encontraremos con la Torre del Homenaje, a la que merece la pena subir para contemplar la panorámica más completa que se puede tener en Gaucín. Vistas hacia los cuatro puntos cardinales. Podemos pasear por las ruinas del castillo aprovechando todos sus miradores, visitar la ermita del Santo Niño y salir del recinto por la puerta situada inmediatamente después de la ermita. A la salida hay carteles con interesante información sobre el castillo. La bajada resulta ser otro camino empinado que nos lleva de nuevo hacia el pueblo. Al finalizar el descenso, podemos tomar la primera calle a la izquierda… o hacer una pequeña ampliación del recorrido. Si elegimos esta segunda opción, continuamos de frente unos 20 metros y en la bifurcación tomamos hacia la derecha por una cuesta que accede al cementerio, uno de los más bonitos y cuidados de la región, que también merece una visita, junto con el parquecillo-mirador situado a la derecha del cementerio. Desde allí se pueden contemplar una bonita panorámica del pueblo y un cartel con información del castillo. Tras la visita, regresamos al lugar donde comenzamos esta ampliación.

OPCIÓN B: bajar por la cuesta del Niño Dios. Bajamos por el mismo camino empedrado que nos llevó hasta el castillo y, al final, tomamos la primera calle a la izquierda. En pocos metros encontramos la entrada del cementerio a nuestra izquierda. Es uno de los más bonitos y cuidados de la región, que también merece una visita, junto con el parquecillo-mirador que nos encontramos a la izquierda al salir del camposanto. Desde allí se pueden contemplar unas bonitas vistas y un cartel con información del castillo. Una vez visitado el cementerio y el mirador tomamos la calle que sale frente a la puerta del camposanto hacia abajo. Al final de la cuesta giramos a la izquierda siguiendo las indicaciones del castillo del Águila y luego giramos por la primera calle a la derecha.

Sea cual sea la opción elegida (A o B), enfilamos esta calle de empinada bajada y torcemos de nuevo por la primera calle a la derecha, donde se han construido recientemente algunas casas nuevas. Este callejón finaliza en la Calle Arrabalete (Gaucín), que tomamos hacia la izquierda, en descenso. Ésta es una de las calles más populares de Gaucín. En ella podemos ver casas muy bien restauradas, como el nº 29, con llamativas rejas antiguas, o el nº 66. Al final de la calle se disfruta de una relajante vista hacia el sur. Aquí, si nos apetece abandonar momentáneamente el casco urbano, podemos encaminarnos hacia una estrecha senda que sale al final de la calle hacia la izquierda, y que durante trescientos metros nos conduce entre huertas y árboles hacia un pequeño roquedo. Es el comienzo del denominado “Camino de las Piedras del Río”, que antiguamente era uno de los más utilizados para acceder hasta el río Genal. Disfrutado este corto paseo en la naturaleza, volvemos sobre nuestros pasos hasta la calle Arrabalete.

Dejamos la misma a nuestra derecha y seguimos de frente hasta encontrar a la izquierda el cartel de la casa Djebel Musa, nombre de la montaña marroquí que mejor se aprecia desde Gaucín. Esta montaña es uno de los legendarios pilares de Hércules, sobre los que se apoyó el héroe para separar Europa de África; el otro pilar es el Peñón de Gibraltar. Continuamos unos 15 metros más y giramos rodeando una barandilla, por la primera calle a la derecha, justo debajo de unos hermosos algarrobos creciendo sobre la roca, para tomar una calle en subida que nos va mostrando, por la derecha, los patios y corrales de las casas de la calle Arrabalete. Esta estructura de casa, con un patio alargado detrás, es muy típica de algunos barrios de Gaucín y es aquí donde mejor se conserva.

Cogemos momentáneamente la primera calle a la izquierda para realizar un breve desvío. A pocos metros en el lado izquierdo encontramos un pequeño mirador elevado al que se asciende por unas escaleras en el que podemos sentarnos a descansar y disfrutar del panorama, especialmente recomendable hacia la iglesia y el castillo. Esta zona alta de Gaucín se conoce como el Cerrillo. Después, volvemos sobre nuestros pasos hasta la calle por la que subíamos para recorrerla hasta el final.

En muy pocos metros la calle finaliza en el cruce con la calle Arrabalete donde podemos fijarnos en la bonita casa del nº 5. Enfilamos esta calle hacia la izquierda, en subida, e inmediatamente llegamos al cruce con las calles Alta y Larga. Seguimos por esta última para acercarnos a la puerta de la iglesia de San Sebastián, que ya tenemos enfrente de nosotros. Si la iglesia está abierta merece la pena visitarla.

Seguimos descendiendo por la calle Larga prestando atención a la fachada nº 112, hoy Casa La Palmera y antiguamente Colegio Doña Ana Toval, y giramos por el primer callejón a la izquierda. Descendemos por él y, tras pasar junto a la Casa de la Roca, tomamos la primera calle a la derecha para seguirla hasta el final, pasando por el lateral del restaurante Don Martín en la esquina con la calle Piedras, que nos ofrece una bella perspectiva hacia el sur. Llegados al fondo de la calle donde se cruza con la calle Casares, giramos a la izquierda para descender por ella casi hasta su finalización. Es una calle cuidada y engalanada con plantas y flores, en la que destacan las antiguas fachadas de los números 7, 13 y 15. En la parte más baja de la calle hay una frondosa palmera en el lado izquierdo, en el pueblo hay muy pocas, por los que se han convertido en preciados elementos que lo adornan.

Justo enfrente del nº 33 tomamos un estrecho callejón, entre las fachadas de las casas y una alambrada; el callejón va ascendiendo hacia la derecha entre curiosos y escondidos rincones. Al final nos encontraremos en una pequeñísima plazoleta conocida como Llano Ciruelas, donde podemos observar una piedra de molino en el callejón de la palmera, a nuestra derecha (bonita composición de palmera y castillo) y un lavadero reconstruido, a nuestra izquierda. Continuamos y en pocos metros esta calle se unirá a otras dos. Tomamos la de la derecha hacia arriba, es la Calle LLana (Gaucín). Pasamos por delante de la bonita fachada del nº 10 y del hotel Casablanca y giramos por el primer callejón a la izquierda. Enfrente, inmediatamente vemos el edificio del ayuntamiento, situado en la plaza de Guzmán el Bueno, donde podemos contemplar el mural dedicado al personaje histórico que da nombre a la plaza y que durante la Reconquista murió en la toma del castillo de Gaucín. Comenzamos a bajar por la calle empinada a los pies del mural hasta alcanzar la plaza del Santo Niño, presidida por la fuente renacentista de los Seis Caños. Seguimos avanzando por la calle situada a la izquierda de la fuente, que en pocos metros finaliza en la Plazoleta o plaza de los taxis. Justo antes de la plaza, podemos dirigir una mirada al último callejón a la izquierda, uno de los más floridos de Gaucín. En la Plazoleta tomamos la empinada calle a la derecha y rápidamente nos encontramos en nuestro punto de partida. Desde la Plazoleta podemos realizar una última extensión hacia el mirador del Convento. Para ello debemos caminar unos doscientos metros por la Calle Luis de Armiñan (Gaucín), que sale desde la plaza de los taxis, pasando por delante del Hotel Rural La Fructuosa, hasta llegar al mirador del parquecillo del Convento. Allí se disfruta de una de las panorámicas más bonitas de la parte más antigua de Gaucín, la que acabamos de conocer en nuestro recorrido.

El trazado y la descripción de la ruta ha sido realizado por:

  • Jesús Balsa
  • Patrick Elvin
  • Jorrian Van de Schraaf.

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