Zamarrilla
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Zamarrilla fue en bandolero que cometio innumerables fechorias, y tan peligroso llegaron a ser el y su banda que los alguaciles decidieron salir en su busca. Tras varios intentos logran capturarlo, pero él que conocia el terreno mejor que nadie se escapo, siendo perseguido por una patrulla. Al cabo de muchas leguas y con la patrulla pisandole los talones, Zamarrilla busca refugio en una ermita y el unico sitio que encontro para esconderse fue bajo el manto de la virgen. La patrulla entro en la ermita y la revisaron de arriba a abajo y no lograron encontrarlo, sus perseguidores abandonaron el lugar abatidos por no encontrarlo. Una vez que el bandolero estuvo seguro, abandono la ermita y para dar gracias a la virgen cogio una rosa blanca que habia en el camino y la prendio en el pecho de la virgen con el puñal que llevaba, en ese instante la rosa blanca se volvio roja. Zamarrilla atemorizado se arrodillo ante la virgen y pido perdon por todo lo que habia hecho en su vida. Desde entonces Zamarrilla se convirtio en un ermitaño, bajando de vez en cuando a visitar a la virgen.Una de estas veces y Zamarrilla anciano fue asaltado por un grupo de bandoleros, hiriendolo de muerte. Zamarrilla logra llegar hasta la puerta de la ermita llevando en sus manos una rosa roja como hacia siempre, antes de morir la rosa roja que le llevaba a la virgen se volvio blanca. La virgen sigue en esta ermita y como recuerdo lleva una roja roja y un puñal en su pecho, luciendo cada viernes santo una rosa blanca.
Existe una copla-romance dedicada a esta leyenda:
Era Zamarrila un bandolero,
al que la justicia perseguía.
Málaga era el puerto marinero,
al que por cariño iba y venía.
Dicen que una noche a su bravura,
le pusieron cerco en el Perchel…
y fue su amparo y cuartel el manto de la Amargura.
Y cuenta la historia… que una rosa blanca cambió de color.
Poniéndose roja, y que Zamarrilla llorando cantó…
¡¡Amargura, ay, y Madre Hermosa!!
La del color bronceado, deja que ponga esta rosa junto al puñol que han clavado.
Tu Amargura dolorosa.
Viendo aquel milagro de la rosa,
que se le volvió como la grana.
Frente a la Morena Dolorosa flores
y un clavel de fe critiana.
Dicen que sintió remordimiento,
y por conseguir la salvación…
Pidió y a los cielos perdón en los clautros de un convento.
Historia o romance…
pero en los altares la rosa quedó.
Milagro triunfante, de la Dolorosa que luce una flor.
¡¡Amargura, ay, y Madre Hermosa!!
La del color bronceado,
deja que ponga esta rosa junta al puñal que han clavado.
Tu Amargura, ay, Dolorosa