Farola (Málaga)
Nombre del edificio |
Faro de Málaga, la farola |
Localización |
Glorieta de Jorge Guillén. Puerto de Málaga |
Cronología / |
1817, reconstruida en los años 40 del siglo XX |
Arquitecto |
Joaquín María Pery y Guzmán |
Propiedad |
Pública |
Catalogación |
En 1717 arrancaba la idea de erigir un faro en el puerto de la ciudad, acompañando al proyecto de ampliación del Muelle de Levante. En un primer momento se instaló una linterna provisional de madera en un lugar distinto al actual. En 1764 con la cercana finalización de las obras de ampliación del Muelle aparecía la idea de construir una estructura de piedra que sustituyese a la anteriormente citada de madera.
El proyecto fue encargado al ingeniero director Joaquín María Pery y Guzmán quien, tomando como referencia todos los de su tiempo, en 1816 ideó una torre sólida de 120 m, con cuerpo troncocónico de 21,64 m de alto y 9,8 metros de diámetro en la base, coronada por un torreón cilíndrico que sostenía una linterna atirantada. La óptica giraba una revolución por minuto y estaba formada por 3 lados en cada uno de los cuales estaban instalados 7 quinqués que quemaban aceite de oliva. Cada quinqué estaba reforzado con un reflector parabólico de plata, finalizada al año siguiente con un total de 33 m.
En 1855 el ingeniero Francisco Milla realizó un nuevo proyecto para instalar en la torre un aparato luminoso que en 1858 se puso en funcionamiento, una nueva óptica marca Sautter de destellos rojos cada 3 minutos, y se construyó un edificio en la base destinado a vivienda y almacén.
El terremoto ocurrido en la ciudad en el año 1898 dejó inoperativos los mecanismos del faro por tanto en 1913 se reformaron los mecanismos de la óptica de nuevo. En estos trabajos participaron el Ingeniero Mauro Serret en los cálculos y la casa Julios Pintch de Alemania en los mecanizados, quedando la característica de 31 destellos, que se conserva en la actualidad.
En 1909 se reformará la base añadiéndole un piso más que le da la fachada original. En mayo de 1916 se instala un basamento de flotador bañado en mercurio fabricado en Madrid por la Sociedad Española de Construcciones Metálicas.
Durante la Guerra Civil, el 28 de agosto de 1936, la Farola de Málaga se apagó por orden de la Comandancia de Marina, todavía a las órdenes de la República pues su silueta servía de referencia a la artillería naval y a la aviación del ejército sublevado. El Comité Central de la Flota Republicana ordenó que se pintara de color tierra, con manchones oscuros y claros para camuflarla, aunque no evitó que sufriera los efectos devastadores de la guerra, hasta que en 1939, ya restablecida la paz en España, se reconstruyó y se pintó de blanco.
Este faro es el único con nombre femenino, llamado así cariñosamente por sus malagueños, acostumbrado a apodar todo elemento que aparece en el entorno. Popularmente se cree que es resultado de la semejanza de la estructura inferior a las faldas de un traje de faralaes, además de estar todos los faros del mundo enamorados de ella, siendo hoy día junto al cenachero, biznaga, alcazaba o catedral uno de los símbolos más conocidos de la ciudad.
Por desgracia en la década de los 60 del siglo pasado quedaba agobiada entre los grandes edificios que allí se construyeron, aunque no por ello se ha dejado de ver la torre desde cualquier lugar de la bahía malagueña.
Localización
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