Leyenda de "la viga atravesá"
La verdadera historia de "la viga atravesá"
Según la rumorología popular de los pueblos circundantes, los almargeños son harto brutos, hasta tal punto que cuando construían la iglesia querían introducir por la puerta una viga atravesada, sin conseguirlo, evidentemente. Tuvo que ser un forastero, según quien cuente la historia, el que aconsejara que cambiaran la posición de la viga para poder introducirla en la iglesia y continuar las obras. Nada más lejos de la realidad. El origen de esta historia se remonta a los inicios del pasado siglo XX. En aquellos tiempos existía en Almargen una gran devoción religiosa al Cristo de la Vera Cruz, imagen que se expone en la Iglesia Parroquial de la Purísima Inmaculada Concepción. Los devotos, para demostrar su fe y agradecer al Cristo sus súplicas y peticiones, además de aportaciones en forma de limosnas, pago de misas, encendido de velas, etc.. Ofrecían al Cristo una o varias vigas de madera. En este punto hay que aclarar que las vigas, en aquella época constituían un material básico de construcción y tenían gran valor, de cara a las obras de tejados que se realizaban siempre en verano. Las vigas aportadas por los devotos, se apilaban en el suelo justo frente a la puerta de la iglesia, desde principios de año. En mayo, en el día de la Cruz, se subastaban en la plaza del pueblo. Los fondos recaudados se destinaban al culto del Cristo y a la preparación de la procesión de Semana Santa del año siguiente.
Por otra parte, en Semana Santa, cuando acaban los recorridos procesionales, antes de introducir definitivamente los tronos en la iglesia, cuando se encuentran en el portal de la iglesia, los portadores tienen la costumbre de volver a sacarlos otra vez, repitiendo la operación varias veces. Los portadores que están en la parte de dentro, empujan el trono hacia fuera, y los de fuera lo empujan hacia dentro, entablándose una pugna simbólica, hasta que finalmente el trono queda en el interior de la iglesia.
Puestos en antecedentes, y volviendo a la historia de la viga, resulta que en una noche de Jueves Santo, cuando introducían el trono del Cristo de la Vera Cruz en la iglesia después de realizar el recorrido procesional, unos mozos en la calle, para evitar las entradas y salidas repetidas del trono, cogieron una de las vigas que se apilaban cerca de la iglesia y la atravesaron en la puerta sujetándola con las manos contra la pared, de forma que obstaculizaron la salida del trono, quedando ya dentro definitivamente. La ocurrencia de los mozos fue aplaudida por la multitud y desde entonces, suponemos que por la tergiversación de los hechos por un observador de otro pueblo, pasaron a conocer a los Almargeños como “los de la viga atravesá”.
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