Obispo Jenaro
Jenaro de Málaga (también aparece como Genaro o Januario) fue obispo de Málaga desde 600 a 617. Fue depuesto por su metropolitano y demás obispos de la provincia eclesiástica, manejados por gobernador Comiciolo. Recurre al Papa, informando minuciosamente del atropello. San Gregorio Magno envía al presbítero Juan Defensor como su legado de látere, con plenos poderes y cartas al respecto.
Genaro resulta inocente, y según las instrucción del presbítero Juan, es repuesto en su sede, reduciendo al intruso instalado por los autores del atropello, al que se condena a la suspensión perpetua a divinis. Los prelados cómplices fueron castigados con reclusión en un monasterio, por haberse prestado a una consagración inválida.
«La instrucción del delegado respecto de Genaro contenia las disposiciones siguientes: que este obispo fuese restablecido en su silla, no resultando contra él crimen alguno, y que el subrogado en su lugar fuese privado de todo ministerio eclesiástico, y entregado á Genaro para que le encarcelase, ó le enviase al sumo pontífice. El decreto ó memoria instructiva previene hasta el caso en que el primer usurpador hubiese muerto y tuviese sucesor. Este, decia, podrá ser nombrado obispo de otra iglesia; pero quedará escluido para siempre de la de Malaga. Por lo que loca á los prelados cómplices de esla usurpación, serán condenados a hacer penitencia en un monasterio, y privados por seis meses de la participación del cuerpo y sangre de Jesucristo, escepto en caso de muerte»[1]
Notas
- ↑ Historia general de la Iglesia, desde la predicación de los Apóstoles, hasta el pontificado de Gregorio XVI, 1852
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