Parque de La Batería (Torremolinos)
El Parque de la Batería de Torremolinos es un amplio espacio público que se encuentra situado al Sur del centro más antiguo de esta localidad.
Historia
En el mes de marzo del año 1937 la Autoridad Militar competente resolvió la construcción de una Batería de Costa en Málaga, escogiéndose a mediados del mismo mes su emplazamiento en esta localidad.
Para su artillado se previeron dos cañones “González Rueda” existentes en la Escuela Central de Tiro de Torregorda (Cádiz), y en el Arsenal de La Carraca en San Fernando. Se trataba de unos cañones que habían pertenecido al Crucero Reina Regente y que, junto con otros del mismo tipo, habían sido cedidos por la Marina al Ejército en el año 1932. Este Reina Regente es el Segundo Crucero de este nombre en la Armada Española. Fue construido en los Astilleros del Ferrol en 1910, y dado de baja en 1926.
A los dos cañones se añadieron un tercero por orden cursada al Comandante General de las Islas Baleares para la remisión a Torremolinos de una pieza de 150/50, también González Rueda, que debía desartillarse de una Batería de Ibiza. El encargado de los trabajos de artillado fue el Comandante Pérez Osorio, trabajos que se prolongaron hasta el 8 de julio de 1937, fecha en la que la Batería quedó en situación de poder abrir fuego. La Batería quedaba ubicada en la zona de Montemar, en unos terrenos que hasta su expropiación habían tenido por propietaria a Doña Carlota Alessandri, terrenos que se situaban en paralelo a la vía urbana que actualmente lleva su nombre.
Los cañones con los que se dotó a la Batería de Torremolinos eran “González Rueda - Modelo 1902” en alusión al Oficial de la Armada que los diseñó. Tenían un calibre 150/50 de tiro rápido, con cierre de tornillo. Habían sido construidos en los Talleres del Harre por la Sociedad Schneider y Cía. El peso total del Cañón era de 7030 Kg y 12 Km de alcance.
En un principio la Batería se integró como 25ª Batería de Costa en el Regimiento de Artillería de Costa Nº 1 de Cádiz, contando con los cañones González Rueda – Modelo 1902 mencionados, y las Piezas Artilleras Números 7697, 7962 y 7960.
Esta Batería, según testimonio de uno de los soldados que prestó su servicio militar en este enclave entre 1942 y 1945, Antonio Domínguez San Martín, contaba con una serie de polvorines así como pabellones para dormitorio de la tropa, cocina, cantina, comedor, servicios y oficinas, además de viviendas para los oficiales al mando. En estos años, la dotación de personal estaba formada por unos ochenta soldados, un brigada, cuatro sargentos, un cabo primero, cuatro cabos, dos tenientes (Olmedo y Gualde) y un capitán (José María Flores).
Dentro de la instalación se dedicaba aproximadamente una fanega y media de tierra a cultivos de huerta, aprovechando las abundantes aguas de los Manantiales de Torremolinos, así como una granja donde se criaban gallinas, conejos y algún cerdo que se sacrificaba para el “Día de Santa Bárbara”, patrona de la Artillería. Hay que mencionar como anécdota que el Regimiento tenía una dotación de treinta y seis mulos, siendo de nombre Cabildante el que por esas fechas estaba asignado a la Batería de Torremolinos. Los ejercicios de tiro se realizaban una o dos veces al año.
La Batería pasó a depender del Regimiento de Artillería de Algeciras en 1943, y fue sucesivamente con ocasión de las distintas reorganizaciones militares de éste, denominada como Batería 11ª, Batería 45ª y, finalmente Batería D18 de Costa. En 1957, tanto las Baterías D18 de Cañones González Rueda 150/50 y D54 de Cañones Armstrong 76,2/40, ubicadas en Torremolinos y Gibralfaro, respectivamente, son desartilladas. La realidad es que la Batería no estuvo operativa a partir de 1951. De hecho, realizó su último disparo el 19 de julio de dicho año.
El ayuntamiento de Torremolinos ha hecho realidad el ambicioso proyecto de construcción de un gran parque urbano en el espacio que estuvo ocupado por esta Batería de Costa y en su actuación se ha incluido la colocación de cuatro cañones franceses Schneider de 155 mm, firma fundada en 1836 en la villa de Le Creusot, en la región de Bourgogne del departamento Saône et Loire. El Cañón Schneider 155/13 – Modelo 1917 se fabricó bajo licencia de Schneider en la Fábrica Nacional de Armas de Trubia (Asturias), así como en La Carraca en San Fernando, por la Sociedad Española de Construcción Naval, declarándose reglamentario para los Regimientos de Artillería españoles en noviembre de 1922. Se trataba de un cañón móvil de tracción hipomóvil, con un peso de 3.300 Kilod, una longitud de 6,13 metros y un alcance de 11.500 metros.
Las piezas adquiridas por el ayuntamiento de Torremolinos para enriquecer el referente histórico del nuevo "Parque La Batería" conservan el armón, aunque no el carro de municiones que debía acompañarlas.
En el libro “España y sus Defensas durante la 2ª Guerra Mundial”, una ilustración presenta una Batería de Cañones Schneider de 155 mm. de la Academia de Artillería, añadiendo la siguiente información: “Piezas como éstas, de dotación en el Regimiento de Costas de Cádiz, sirvieron en los primeros momentos de la contienda – en referencia a la Segunda Guerra Mundial – para improvisar la defensa de la Costa del Estrecho”. En otros términos, que cañones Schneider 155/13 – Mod. 1917 fueron usados como piezas para Baterías de Costa.
Parque
Por su privilegiada ubicación, este parque de La Batería constituye uno de los pulmones de Torremolinos.
Situado al norte de La Carihuela y junto a la parada de tren de Montemar Alto, el parque de La Batería tiene más de 74.000 metros cuadrados para el ocio, la práctica deportiva y el disfrute en familia.
Cuenta con más de un millar de árboles, de 25 especies distintas.
Como el gran Parque central que es, el parque La Batería es usado por numerosas personas cada día, como consecuencia de los numerosos atractivos que ofrece. Entre ellos, el principal es su lago artificial de más de 9.000 metros cuadrados, en el cual se puede navegar gracias al servicio de alquiler de barcas de que dispone. También el carrusel es un gran atractivo, con casi 50 figuras de jirafas, caballitos, carrozas y casitas para la diversión de los más pequeños.
El Parque cuenta además con una torre-mirador de 15 metros de altura, una red de senderos, una zona para el libre ejercicio físico, un carril bici, una pista para correr y una gran zona de juegos infantiles.
Bibliografía
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