Rodeando la garganta de las Palas (Gaucín)

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Datos

  • Distancia: 5,5 Km.
  • Duración: entre 2.30 y 3.30 horas.
  • Dificultad: media.

Descripción

El camino comienza justo frente a la venta El Socorro. Entre el muro de piedra del puente y la parada de autobús se inicia la estrecha vereda por la que emprenderemos nuestro descenso por la garganta de las Palas. Estamos situados en la cota más alta de nuestro recorrido, a 620 metros, y bajaremos hasta los 380. En los primeros metros del camino podremos observar a la derecha algunas de las pocas viñas que quedan hoy en el término municipal de Gaucín. Hasta los años 50 las viñas fueron un cultivo y un recurso económico importantes para el pueblo, donde existían algunas destilerías y abundantes lagares. Sin embargo, hoy día los viñedos más cercanos se encuentran en el término municipal de Manilva. Además de las cepas veremos algunos huertos destinados al consumo familiar a nuestra derecha y numerosos almendros por la izquierda. A lo lejos, a media ladera, se puede divisar el pueblo de Cortes de la Frontera y, tras él, las crestas grises de las diferentes sierras que forman parte del Parque Natural Sierra de Grazalema. En menos de diez minutos tendremos ante nuestros ojos la característica silueta del Hacho, con sus 1 011 metros de altura. Caminaremos por esta senda hasta su unión con un carril.

Al cabo de unos quince minutos, la senda finaliza en un carril que viene desde la gasolinera y se divide en dos justo en el punto donde nos encontramos. Nosotros tomaremos la bifurcación de la izquierda, siguiendo la misma dirección que llevábamos. A lo largo de toda esta primera parte del recorrido, al hallarnos cerca del pueblo, veremos muchas especies vegetales relacionadas con la explotación humana, como algarrobos, higueras, olivos, almendros, etc. Tras algunos metros el carril se adentrará en un bosquete de alcornoques y pinos, estrechándose de tal manera que se convierte de nuevo en una senda entre pinos.

Este sendero finalizará uniéndose a un carril por el que debemos continuar, ignorando el primer desvío que aparecerá inmediatamente a la derecha. El lateral derecho del camino por el que transitamos está vallado y, transcurridos unos 50 metros, podremos ver sobre la alambrada un cartel que señala: «por favor cierren». Debemos abrir la angarilla y pasar para continuar nuestro paseo, cerrando la puerta tras nuestro paso.

A continuación, seguimos la estrecha senda que discurre hacia la derecha y que, en adelante, seguiremos siempre hacia abajo. Aparecerán otras menos marcadas a derecha e izquierda, pero nosotros seguiremos siempre la descendente hasta su unión con un carril ancho. Nos adentramos en uno de los tramos más bonitos del paseo, entre majestuosos ejemplares de quejigos acompañados de un cortejo de abundantes helechos, jaras, brezos, retamas, ruscos y otras especies características de estos sotobosques. Por nuestra derecha seguiremos contemplando el valle de la garganta de las Palas y, a mitad del descenso, al frente, indicándonos la dirección a seguir, aparecerá el macizo gris y rocoso de Sierra Blanquilla, una de las sierras que forman parte del Parque Natural de Grazalema. Una vez llegados al carril tenemos dos opciones: A y B.

OPCIÓN A: Tomamos el carril a la derecha, cruzamos rápidamente sobre el arroyo de las Palas, y seguimos por el carril durante unos 800 metros hasta encontrar a nuestra derecha un cartel sobre un árbol que señala «camino de Gaucín a Cortes»……..

OPCION B: Enfilamos el carril a la izquierda durante unos 100 metros hasta la primera curva muy pronunciada, donde nos topamos con el arroyo de los Hilos de en medio (a la izquierda, si subimos unos metros, veremos dos pequeñas pozas en el arroyo y una discreta cascada). Vadeando el arroyo sobre el carril, a unos 7 metros a la derecha comienza una senda que nos llevará paralelos al arroyo entre abundante vegetación de adelfas, lentiscos y majuelos. La senda es estrecha y, a veces, difícil de seguir, ya que la vegetación crece rápidamente. Cruzaremos varias veces el arroyo de un lado a otro aunque la mayoría del camino, especialmente en la segunda parte, discurre por la margen izquierda. Tras unos 600 metros (unos 10 minutos), el arroyo que se unirá con otro cauce, posiblemente seco, procedente de nuestra derecha, el arroyo de la Venta. En la unión de los dos arroyos buscaremos una senda muy marcada en el terreno y las señales blancas y amarillas sobre una piedra que nos indican que nos encontramos en el un PR (sendero de pequeño recorrido) de Gaucín a Cortes. A partir de ahora y hasta el final las señales blancas y amarillas indicarán nuestro camino. Este será el punto mas bajo de nuestro recorrido (380 metros) y el comienzo del ascenso de vuelta hacia el pueblo. Al ser un camino más frecuentado, veremos que está profundamente marcado en el terreno. Tras unos 300 metros en ascenso, la senda se cruzará con un carril. Esta primera parte de la subida discurre por un precioso bosquete de quejigos acompañado de un espeso sotobosque de brezos y retamas.

Una vez alcanzado el carril debemos cruzarlo, continuar unos 30 metros hacia la derecha y luego seguir por la senda que sale en el lado izquierdo y que prosigue ascendiendo por el bosque hacia Gaucín. Al borde del carril, donde comienza la senda, hay un cartel sobre un árbol con la indicación «camino de Gaucín a Cortes».........

…….el cartel «camino de Gaucín a Cortes» sobre el árbol nos indica el inicio de la senda ascendente, marcada ya hasta el final por las señales blancas y amarillas del PR (sendero de pequeño recorrido). Al principio, la senda se encuentra muy marcada en el terreno, pero hay que estar atentos ya que la única duda se presenta a unos 80 metros, donde el camino, a la altura de un pino, se bifurca. Debemos tomar el camino hacia la derecha. Durante un rato largo la senda atraviesa un precioso bosque aclarado de quejigos y alcornoques con sotobosque de brezo blanco acompañado de jaras, cantuesos y retamas, plantas que desde enero hasta mayo embellecen el camino con sus flores. Hay que destacar la presencia de algunos ejemplares muy viejos de quejigos y alcornoques con espectaculares troncos de extrañas formas, ensanchados en sus bases. También podremos ver los resultados de la explotación del corcho. La senda acabará uniéndose a un carril que seguiremos hacia la derecha. Este discurre entre diferentes fincas, donde podremos observar algunas recientes construcciones, pero también hermosos ejemplares de alcornoques y algunas de las plantas trepadoras asociadas a estos bosques, como la hiedra o la zarzaparrilla. En los taludes del camino, además de las habituales zarzas, contemplaremos numerosas vincas, aristoloquias, hinojos y otras plantas características de los caminos. Seguiremos rodeados de la típica vegetación autóctona y las especies introducidas por muchos años de explotación humana. Caminaremos rodeados de olivos, acebuches, algarrobos, lentiscos, almendros… Por la derecha discurre la garganta de las Palas, que hemos rodeado en nuestro paseo.

El carril acaba en la carretera de Ronda a Gaucín, justo a la entrada del pueblo. Nada más incorporarnos, en el lado derecho, veremos el cartel con los senderos de la Serranía de Ronda, que nos ilustra la cantidad de posibilidades que nos ofrece esta sorprendente comarca.

Trazado y descripción de la ruta realizados por:

  • Jesús Balsa,
  • Patrick Elvin
  • Jorrian Van de Schraaf.

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