Tajo de los aviones (Benadalid)
En el último farallón de la Sierra de Benadalid hacia el Sur, cerca del Puerto de Benalauría, luciendo su altura, mira complacido a los valles del Genal y Guadiaro el Tajo de los Aviones.
Así llamado porque en sus repisas y oquedades anidaba en multitud una especie de vencejo llamado avión roquero. Daba gloria verlos en pleno verano formar negras nubecillas que bailaban y se entrecruzaban en el azul.
Sobre las eras revoloteaban a la caza de los insectos que se desprendían en la trilla de las arvejas.
Era un espectáculo atrayente ver aquella nube viva que se cernía sobre las eras. En este lugar de la Sierra los tajos se abren y dan lugar a una profunda sima. En el interior miles de nidos de grajillas y vencejos en sus oquedades.
Un zumbido extraño como una sombra sonora se oía provocado por los aleteos y gritos de las aves. En el fondo se apilaba el guano que, a veces, exponiendo las propias vidas, aprovechaban los agricultores. Una cosa más que antes llenaba tus ojos y tu propio sentir y ahora ha desaparecido.
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