Villanueva del Rosario: Un pueblo de tradición
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Los tiempos de antes y sus tradiciones.
FIESTAS Y TRADICIONES
-JUEGOS POPULARES:
Antiguamente los niños no tenían juguetes con los que jugar y muchos de ellos se inventaban con lo poco que había un entretenido juego.
-las niñas del pueblo se reunían con una cuerda a saltar a la comba y cantaban:
canciones para saltar las niñas a la comba
I El cocherito, leré me dijo anoche, leré que si quería, leré montar en coche, leré y yo le dije, leré con mucho salero, leré no quiero coche, leré que me mareo, leré montando en coche, leré.
II Al pasar la barca me dijo el barquero las niñas bonitas no pagan dinero. Yo no soy bonita ni lo quiero ser. Tome usted los cuartos y a pasarlo bien. Arriba la comba y abajo el cordel.
III Tengo una muñeca vestida de azul con su camita y su canesú. La saqué a paseo se me constipó, la metí en la cama con mucho dolor. Esta mañanita me dijo el doctor que le de jarabe con un tenedor. Dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis, seis y dos son ocho Y ocho dieciséis y ocho , veinticuatro y ocho treinta y dos. Animas benditas me arrodillo yo.
-Se reunían formando una rueda y cantaban y bailaban esta cancioncilla: que se anega la barca, ay que la barca se anega, ay que se la lleva el agua, ay que el agua se la lleva.
-También otro juego era ponerse en círculo con un jarrón roto se entretenían a pasárselo de unos a otros y al que se le caía era el que perdía.
-Al piso: dibujaban una especie de avión en el suelo con casillas con números y con una piedra la tiraban en el numero que tocaba y lo recorrían saltando a la pata coja.
-Reunidos en familia o entre amigos cantaban canciones, y algunos incluso hasta hacían sus propias coplas: una especie de poesía cantada haciendo referencia a alguna vivencia vivida o de algún conocido;
-Los más pequeños cantaban entre juegos y risas: Por ejemplo: El patio de mi casa
El patio de mi casa es particular, cuanto llueve se moja como los demás. Agachate y vuélvete a agachar, que los agachaditos no saben bailar. H, I, J, K, L, M, N, A, que si tu no me quieres otro novio me querrá H, I, J, K, L, M, N, O, que si tu no me quieres otro novio tendré yo. Chocolate, molinillo, corre, corre, que te pillo. A estirar, a estirar, que el demonio va a pasar.
el agua, el dios de los campos.
I Que llueva, que llueva, la Virgen de la cueva, los pajaritos cantan, las nubes se levantan. ¡Que sí, que no, que caiga un chaparrón! Que siga lloviendo, los pajaritos corriendo, que florezca la primavera. ¡Que sí, que no! Que caiga un chaparrón. Que no me moje yo.
II Agua, San Marcos, rey de los charcos. Para mi triguito, que ya está bonito. Para mi cebada, que ya está granada. Para mi melón, que ya tiene flor. Para mi verdura, que ya está madura. Para mi aceituna, que ya tiene una.
"Marzo airoso y abril lluvioso sacan a mayo florido y hermoso". Por la lluvia han rezado las gentes, cantado los niños y compuesto los poetas. El agua en abril ha sido tema imprescindible tanto en la lírica popular como en la culta.
-Y los adultos cantaban canciones populares (y algunas hasta eran picaronas)
Era un pobre labrador que con su buey araba y en la mitad del camino se le olvido la enrejada.
Vuelve a casa el labrador vuelve a buscar la enrejada quedando la puerta abierta luego la encontró cerrada.
-¿Que te ha pasado mujer que sales tan colorada? -Estoy metiendo y sacando los pañales que lavaba.
-¿Que es aquello que veo debajo de nuestra cama? -Es el gato la vecina que anda tras nuestra gata.
-Pues en mi vida he visto yo un gato con la sotana trae paca la escopeta mira que ya esta cargada.
-Mira, mira maridito no mates al cura en casa a ti te da para tabaco y a mi me...compra la saya.
HISTORIAS Y CANCIONES
-De remembranzas, de historias verdaderas
La niña mora:
Era primavera cuando vino al mundo una niña en el barrio sur del pueblo. Su bautismo apunto estuvo de desatar un cisma en el seno de la parroquia y dividir a sus habitantes en moros y cristianos. La niña Mora corría peligro de irse al limbo de los justos con el pecado original si fallecía. Esto quebraba el sosiego del tozudo párroco del lugar, el cual se negaba a bautizarla si los padres no cambiaban de padrinos. Los dos jóvenes habían cometido el pecado de asistir al baile en el poblado más cercano en tiempo de penitencias, ayunos y abstinencias de toda clase de carnes y fiestas profanas. Por consiguiente, no eran dignos de asumir la responsabilidad, según el párroco, de educar a su ahijada, llegado el caso de orfandad. En aquellos tiempos era costumbre bautizar los bebés a los ocho días del alumbramiento y que la madre no saliera de su casa hasta no purificarse y hasta no acristianar a la criatura. Los padrinos, que se habían ofrecido para hacer de padres, en caso de necesidad, no cedían; los progenitores de la niña se resistían ante la presión del cura y éste no daba su brazo a torcer. Mientras, la niña crecía mofletuda, lozana y hermosa, pero con la mancha original heredada. Patrimonio que ni quería ni había solicitado. En el pueblo se la conocía como la niña Mora. Aún no era digna de ser llamada por el nombre buscado por la familia. Pasaron verano y otoño. Llegó el invierno. La niña tenía ocho largos meses y todavía no pertenecía al cristiano redil. El sacerdote no podía conciliar el sueño. Temía recibir sobre su conciencia la caída del alma de la criatura al limbo de los justos y que no fuera recibida en el cielo si perdía la vida terrenal antes de pertenecer a la feligresía. Se juró a sí mismo que en el nuevo año la bautizaría con o sin padrinos. El segundo día de aquel nuevo año de la década de los cincuenta, dio su brazo a torcer y accedió a lavarle el pecado original en la pila bautismal. Todas las niñas y niños berreaban a más no poder mientras eran ungidos con los santos óleos en pecho y espalda y, sobre todo, al verter con la concha el agua bendita y fría mientras padres y padrinos proferían mimos y estúpidas carantoñas para calmarlos. En cambio, la niña Mora fue un espectáculo. Braceaba en manos de la madrina sobre la gran pila de granito como si nadase al estilo perruno en una circular piscina. Gritaba, loca de alegría, viéndose reflejada en el agua bendita. A la hora de la sal, hacía graciosas pompas de saliva y emitía gritos de alegría que contagiaban a padres, padrinos y monaguillos. El cura, mientras, con cara de pocos amigos, farfullaba en un latín ininteligible. Al fin, todo volvió a su cauce. La niña Mora recibió nombre de Virgen y rodaron desde Verdenosa hasta Redelga los confites a regatina en medio de una algarabía de chicos y mayores. Y allí paz y desde entonces, gloria.
El gallo de mi tío perico:
Había una vez un gallo que quería ir a la boda de su tío Perico, y para ello tenía que emprender un largo viaje ya que su tío vivía muy lejos. Después de varios días de camino y ya con mucha hambre, se encontró una cagada llena de trigo y dijo: si pico me mancho el pico y si no pico me muero de hambre. Después de dudar durante un rato, picó y se mancho el pico. Continuó el viaje y se encontró con una malva y le dijo: malva, límpiame el pico para ir a la boda de mi tío Perico. Y la malva le dijo: no quiero. Siguió el viaje y por el camino se encontró a una oveja y le dijo: oveja, cómete a la malva que la malva no quiso limpiarme el pico para ir a la boda de mi tío Perico. Y la oveja le dijo: no quiero. Más adelante se encontró a un lobo y le dijo: lobo, cómete a la oveja, que la oveja no quiso comerse a la malva, la malva no quiso limpiarme el pico para ir a la boda de mi tío Perico. Y el lobo dijo: no quiero. Luego se encontró a un perro y le dijo: perro, cómete al lobo, que el lobo no quiso comerse a la oveja, la oveja no quiso comerse a la malva y la malva no quiso limpiarme el pico para ir a la boda de mi tío Perico. Y el perro dijo: no quiero. Después se encontró a un palo y le dijo: palo, pega al perro, que el perro no quiso comerse al lobo, el lobo no quiso comerse a la oveja, la oveja no quiso comerse a la malva y la malva no quiso limpiarme el pico para ir a la boda de mi tío Perico. Y el palo le dijo: no quiero. Continuando su viaje se encontró con una lumbre y le dijo: lumbre, quema el palo, que el palo no quiso pegar al perro, el perro no quiso comer al lobo, el lobo no quiso comer a la oveja, la oveja no quiso comer a la malva y la malva no quiso limpiarme el pico para ir a la boda de mi tío Perico. Y la lumbre le dijo: no quiero. Más adelante, se encontró con el agua y le dijo: agua, apaga la lumbre, que la lumbre no quiso quemar el palo, el palo no quiso pegarle al perro, el perro no quiso comer al lobo, el lobo no quiso comer a la oveja, la oveja no quiso comer a la malva y la malva no quiso limpiarme el pico para ir a la boda de mi tío Perico. Y el agua le dijo: no quiero. Por último, se encontró con un burro y le dijo: burro, bebe el agua, que el agua no quiso apagar la lumbre, la lumbre no quiso quemar el palo, el palo no quiso pegarle al perro, el perro no quiso comer al lobo, el lobo no quiso comer a la oveja, la oveja no quiso comer a la malva y la malva no quiso limpiarme el pico para ir a la boda de mi tío Perico. Y el burro le dijo: no quiero. Entonces se les preguntaba a los que escuchaban el cuento por el último animal que se había nombrado y todos contestaban de inmediato: "¡el burro!", y el que explicaba el cuento añadía: ¿El burro?, pues... álzale el rabo y bésale en el culo. Y todos acababan con una sonora risa. Al final no se sabe si el gallo llegó a la boda de su tío Perico, nunca nos lo explicaron, pero se supone que encontró alguna solución a su pico manchado con la cagaba de trigo y pudo asistir feliz a la boda de su tío Perico. Y como todos los cuentos acaba así: Colorín colorado este cuento se ha acabado.
El perro del tío morcillón:
El señor Jerónimo, más conocido como el tío Morcillón, presumía de su hermoso perro, más listo que el hambre y capaz de ver crecer hasta las hierbas. El tío Morcillón después de hacerse de rogar, aunque lo estaba deseando, acariciaba a su perro y tras algunos mimos colocaba sobre el morro del avispado animal un trozo de queso. Mirándolo fijamente a los ojos le hablaba de esta manera: - El domingo cogí la escopeta, me fui de caza al monte, salió una perdiz. ¡Pum! Le disparé, pero no le di. El perro cuando nombraba la escopeta se punía nervioso y le brillaban los ojos de alegría, pero permanecía inmóvil. El tío Morcillón seguía: - El domingo cogí la escopeta, me fui de caza, anduve entre jaras y tomillos, salió un conejo. ¡Pum! Le disparé pero no le di. El perro seguía como petrificado y sin pestañear. El tío Morcillón hacía la caza más o menos larga según fuese el auditorio. Y concluía: - El domingo cogí la escopeta, fui de caza, esquivé encinas, subí y bajé laderas, salió una liebre. ¡Pum! le disparé y para ti la maté. El perro lanzaba al aire el queso y antes de caer se lo zampaba ante el orgullo de su amo, admiración de los presentes y su propia satisfacción. Y los niños, como eran niños decían a mamá: otra vez, otra... otra.
-Y en sus bodas cantaban canciones como estas:
Jácaras de bodas:
Qué contenta va la novia
porque salió de soltera;
más contento va el novio
porque va a dormir con ella.
¡Ujujuju!
Qué contenta va la novia
con la azuela y el martillo;
más contento va el novio
con las tierras del «Espino».
¡Ujujuju!
Salga, señor cura, salga,
salga de la sacristía;
que la novia está caliente
y se está quedando fría.
Una palangana
y un palanganero
donde se lavaba
la cara su abuelo.
Vivan y revivan
los señores novios;
vivan y revivan
y vivamos todos.
-Otra canción antigua de boda:
Hace unos años, cuando las bodas se celebraban en los pueblos y que duraban unos 4/5 días, había costumbre en el primer día de la celebración, después de la cena, entregarles a los recién casados los regalos. Para ello, después de cenar se montaba una parafernalia en la que el que entregaba el regalo le soltaba "una coplilla" al novio o novios". Casi siempre comenzaba así" Toma novio/a este presente Que tu primo /-a, padre, etc., te lo da... Para...
LA HISTORIA DE LOS MOTES
-El origen de los motes:
Sucedió en un pequeño pueblo de una humilde provincia. Presumía de tener dos barrios: el de arriba y el de abajo. Sus vecinos eran más conocidos por el mote de calle que por el nombre de pila. En el barrio de arriba habitaban los ricos, los que araban con bueyes, los que tenían criados e iban a la cantina a tomarse el moscatel con el mono de faena. En el de abajo vivían principalmente los que labraban con vacas o parejas de burros. En ambos lados los había que ayudaban con otro, es decir, juntaban la vaca con la del vecino y alternaban los días de laboreo: “hoy yo, mañana tú”. El tío Pajoso era una excepción, era autosuficiente, ni rico ni pobre; sino todo lo contrario. Unía su vaca “salamanquina” con su burro garañón. Cada cual estribaba para su lado y la descoordinación era su mayor virtud tanto en el surco de la arada como en el círculo de la era. Si en el camino se topaba con un paisano, pregunta y respuesta eran siempre idénticas: - ¿ A dónde va con la pareja? – le preguntaba. - Voy "pa"... jo (a la vaca), so ( al burro) – respondía voceando. Y con el mote Pajoso quedó para el resto de sus días.
DICHOS Y COPLILLAS
Dicen que yo he dicho un dicho, dicho que no he dicho yo, que si yo lo fuera dicho, no fuera dicho que no.
Amor mío no eres mío, que eres de la voluntad, que eres mío cuando vienes, y ajeno cuando te vas.
Te quiero porque te quiero, que en mi querer nadie manda, te quiero porque me sale, del corazón y del alma.
Cuando vienes a verme, vienes tan tarde, que me estoy desnudando, para acostarme.
Si me quieres me lo dices, y sino me das boleta, que el amor entretenido, está perdiendo la venta.
Era un cuento de pan y pimiento, rábanos tuertos y “mijillas” de pan, para mañana almorzar.
Era un gato, con los pies de trapo, la cabeza vuelta del revés, ¿Quieres que te lo diga otra vez?
Una vieja muy revieja, se lo miraba y decía, este candil cuando nuevo, no le faltaba torcía.
De tu ventana a la mía, me tiraste un limón, el limón cayó en el suelo, y el zumo en mi corazón.
Anoche estuve en tu puerta, tocando la cerradura, no me quisiste abrir, corazón de piedra dura.
Te quiero más que al vivir, más que a la tierra y al cielo, más que a mi padre y a mi madre, quererte más no puedo.
Si quieres que te quiera, dame bombones, que son dulces, y ablandan los corazones.
Vengo de las Carboneras, mira lo que te he comprado, unas botas de cartera, con los botones al lado.
Con un beso que te di, tu madre lloro aquel día, dame tu 200.000, haber si llora la mía.
Nota: Algunas de estas coplillas y dichos me las ha dicho mi amiga África Lara Córdoba, sin ella no podríamos disfrutar de estos.
PIROPO
Antiguamente eran dulces, todas las aguas del mar, y paso mi amor por ellas se volvieron saladas.
ADIVINANZA
Verde fue mi nacimiento, encarnado me viví, y hasta la hora de mi muerte que fue más negra que el hollín. La uva.
FIESTAS Y TRADICIONES
-LAS CANDELARIAS: El 2 de Febrero, la gente se reunía alrededor de una candela a cantar, bailar, contarse historias, etc. En fin, a disfrutar y a pasar un buen rato con la familia y los amigos.
-SAN MARCOS: El día 25 de Abril, iban al campo a comer, a reír y a festejar en familia. Esta fiesta era y es típica de Villanueva del Rosario y algunos pueblos de la zona, como por ejemplo en Villanueva del Trabuco. Al igual que ir a comer al campo en familia, también es típico comerse un hornazo (consiste en un huevo encima de una masa de pan y pasado por el horno). La receta es la siguiente:
HORNAZO PARA SAN MARCOS
-Ingredientes: 150 grs. de azúcar piel de limón y naranja 150 grs. de leche 2 huevos 100 grs. de mantequilla o manteca 2 cucharadas de agua de azahar o naranja 1 taquito de levadura de panadería 1/2 cucharadita de sal 550 grs. de harina de fuerza
-Elaboración: Glasee el azúcar. Añada las pieles de naranja y limón y repita la operación. Agregue la leche y la mantequilla y programe 2 minutos, temperatura 37, velocidad 2. Incorpore la levadura, los huevos, el agua de azahar. Mezclar unos 4segundos a velocidad 5. Añada la mitad de la harina y programe 15 segundos, velocidad 6. Agregue la harina restante y la sal amase 2 minutos a velocidad espiga. Deje reposar dentro del vaso tapado con el cubilete y un paño (sin quitar el vaso de la peana) hasta que doble su volumen. Precalentar el horno a 50º. Formar los hornazos (poneros aceite de girasol en las manos para manipular la masa) y colocarlas en la bandeja del horno cubierta con papel de hornear. Aplastar un huevo duro en el centro y adornar (si lo desea) con dos tiritas de masa cruzadas. Pincelarlas con huevo y azúcar húmeda. introducir en el horno a 50º hasta que doblen su volumen. Suba la temperatura a 225º y hornee 10 minutos. Baje la temperatura a 200º y hornee hasta que esté perfectamente cocido.
Nota: Es una masa que necesita su tiempo de elevación, recomiendo amasar por la mañana o por la noche dejándola elevar toda la noche
-CARNAVALES: La fecha va variando según la Semana Santa. Antiguamente se ponían en el cruce de salida del pueblo a jugar a echarse botijos y cantaros los unos a los otros. Antiguamente te prohibía disfrazarse, estaban prohibidos.
-SEMANA SANTA: Da comienzo el Domingo de Ramos y finaliza el Sábado Santo. Tras los Carnavales, la siguiente cita festiva de los católicos es la Semana Santa, días en los que se conmemora la Pasión y Muerte de Cristo. La beatitud y la espiritualidad se combinan con el fervor popular de los que participan en procesiones, misas y saetas. La Cuaresma católica obliga a abstenerse de comer carne todos los viernes desde que finaliza el Carnaval, un deber cristiano conocido como 'vigilia', que ya se ha convertido en una deliciosa tradición culinaria para el Viernes Santo. Ese día las carnes, embutidos y fiambres se sustituyen por deliciosos guisos de pescado, legumbre y verdura. El bacalao, los garbanzos y las espinacas son los ingredientes estrella del tradicional potaje de vigilia, al que le acompañan variadas hortalizas. Se sacaba en procesión a la Virgen y al Señor, como actualmente. También se comían los dulces típicos de semana santa como pestiños, torrijas, huesos de santo, etc.
BORRACHUELOS
-Ingredientes: 1 vaso de aceite, 2 vasos de vino, ½ vaso de azúcar, 1 sobrecillo de levadura, un poco de canela molida, harina la que admita.
-Elaboración: Se fríe el aceite, se deja enfriar, cuando está frío se pone en un recipiente y se le echa el vino, el azúcar, la canela y la levadura. Luego se va moviendo y añadiendo la harina (se le añade hasta que se forme una masa), luego amasar la masa. Dejar la masa reposar. Cuando haya reposado se coge un pedacito de masa, se aplasta y se rellena por dentro con azúcar y canela, luego se enrolla y se dobla por las puntas. Una vez que estén hechos se fríen en aceite, una vez fritos se emborrizan en azúcar o miel.
-SAN JUAN: 24 de Junio, muchos se reunían bailaban con los amigos, las muchachos con las muchachas reían, cantaban y bailaban sin parar. Y también es típico de madrugada e ir al río a lavarse la cara.
-LA FIESTA DEL EMIGRANTE: Es la 1ª semana de Agosto. En las ferias paseaban, iban al cine, al rocío (sacan y sacaban la virgen de Nuestra Señora del Rosario, la bajaban al pueblo, le cantaban y la subían a la ermita), a los bares, en la venta, en el indio, en el moral y bailaban el fandango con unas castañuelas, etc.
-DE NUESTRA PATRONA: El 7 de Octubre se celebran las fiestas de Nuestra Señora De Villanueva del Rosario con diversos festejos y entre ellos la procesión de la Virgen.
ROSQUILLAS DE CANELA
-Ingredientes por cada huevo: 5 cucharadas de aceite de oliva frito con cascara de limón 6 cucharadas de leche 7 cucharadas de azúcar canela molida levadura en polvo harina la que admita (esta es la receta base)
Por ejemplo 4 huevos que eran gorditos 20 cucharadas de aceite de oliva con cascara de medio limón frito se deja enfriar 24 cucharadas de leche 28 cucharadas de azúcar 1 cucharada colmada de canela molida 2 sobres de levadura harina la que valla admitiendo una vez frito se pasa por azúcar con canela.
-LA PASCUA: Era para pasarla en familia, refugiados en casa del frío, con el bracero puesto y las enaguas echadas por encima, se calentaban hasta incluso hacerse cabrillas en las piernas. Comían algún capricho como por ejemplo el chocolate, café, castañas, mantecados caseros, etc. Receta:
ROSCOS DE VINO:
- Ingredientes: 2 huevos 1 limón 300 grs. de harina 100 grs. de azúcar leche vino de Málaga aguardiente azúcar en polvo aceite levadura
- Elaboración: 1. Elaboramos la masa mezclando los huevos con el limón rallado, más el azúcar, la leche, la harina, el vino de Málaga, la levadura, y el aceite frito. Todo ello en frío, trabajándola bien hasta que la masa quede compacta y homogénea. 2. Dejamos reposar la masa unos minutos. 3. Pasado el tiempo, cortamos pedazos y vamos enrollando con la mano, para hacer un lazo con ella en forma de rosco. 4. En aceite caliente, lo freímos, sin dejarlo de mover y evitando que no se quemen 5. Una vez sacados, los ponemos a escurrir en un plato con una servilleta de papel, para que empape. 6. Los pasamos por aguardiente y el azúcar en polvo.
En general las fiestas eran para pasarlo bien y con las personas que querías.
LA MATANZA
La matanza del cerdo se sigue haciendo hoy en día como antiguamente. Mi Amiga África Lara Córdoba me ha explicado como la hacía ella.
Muchos o casi todos compraban el cerdo chico para criarlo, lo engordaban unos meses y luego a cada cual le llegaba su San Martín.
1º. Se mataba al cerdo. Se le sacaba la sangre y se iba echando en un barreño, la sangre se iba moviendo con la mano para que no se cuaje. Se pelaba el cerdo con un cuchillo y agua hirviendo.
2º. Con la sangre se hacia la morcilla. ¿Cómo se preparaba la morcilla? Con la sangre, cebolla, pimiento rojo molido (pimentón), ajo, tripas (las cuales había que limpiar previamente), sal, comino, orégano y demás especies. Las tripas vueltas del revés se echaban en agua con limón partido a cachos y sal, y en el lebrillo se le daba a las tripas con la sal y el limón. Una vez limpias, se volvían a dar la vuelta y se rellenaban con la masa de la morcilla. Después se ataban y se cocían en una caldera llena de agua hirviendo, se hervían, luego se sacaban y se dejaban un día o dos en una mesa o tabla y después se ponían en el humero a que se ahumaran. Y por último se colgaban.
Nota: algunos no se esperaban y se las comían calientes.
3º. Se descarnaba el cerdo y se molía la carne para hacer chorizo.
¿Cómo se hacía el chorizo? A la carne molida se le echaba pimienta, pimiento rojo molido, guindilla molida, ajo y sal. Las tripas se apañaban como para la morcilla.
Luego se rellenaban con la carne de chorizo, se ataba y se colgaban para que se secaran. Una vez secos, se freían en manteca de cerdo para que se conserve, la manteca podía ser la mitad de la hundía y la otra mitad de aceite. Por último se echaba en una tinaja con su pringue.
4º. El lomo. ¿Cómo se hacía el lomo? Se aliñaba con un poquito de sal y unas rodajitas de ajo, se freía en manteca y un poquito de aceite (no hacía falta que sea la mitad), cuando estaba frito se echaba en la tinaja con su pringue.
5º. La asadura. ¿Cómo se hacía la asadura? Se aliñaba con sal y ajo, al igual que el lomo, se freía la asadura también con manteca y un poquito de aceite (para que no se cuajara del todo la manteca), sino luego no se puede sacar bien, y se echaba en una tinaja.
6º. Las manitas de cerdo. ¿Cómo se hacían las manitas de cerdo? Se lavaban con agua caliente y con un cuchillo o cuchilla de afeitar se le quitaban los pelos. Se le quitaban las pezuñas y se salaban conjuntamente con los huesos(de la cabeza, del espinazo y los demás).
7º. El tocino del cerdo. ¿Cómo se hacía el tocino? Se salaba y después se colgaba. Se utilizaba para pucheros(o la olla), también se come frito, o crudo, el aliño, porra, etc.
-¿Cómo se hacía el puchero antiguamente? Se dejaban los garbanzos en remojo con agua templada la noche anterior. Por la mañana siguiente les tiraban el agua y les ponían otra también templada en la olla, además de los garbanzos se le echaba el tocino añejo, otro fresco y la carne o el pie o la lengua, como antaño y lo demás al gusto del consumidor.
Nota: No se debía echar la sal antes de que se cuezan los garbanzos porque se "chanteaban" y luego se quedaban duros.
-¿Cómo se hacía la porra caliente antiguamente? Se echaban el aceite a freír ajo, luego lo apartaban y le echaban en la sartén el tocino con magro y si querían también le echaban unas patatas. En un mortero se echaba el ajo frito también perejil, se machacaba y se le echaba también harina y un poquito de agua, se removía y la mezcla se le echaba al tocino y a las patatas fritas y también se le echaba un poquito de azafrán para darle color y lo cocían todo junto.
8º. Los jamones. ¿Cómo se preparaban los jamones? Se salaban y cuando estaban salados se colgaban para que se curaran.
EDIFICACIÓN
El pueblo sigue siendo el pueblo, pero algunos de sus edificios han cambiado, voy a nombrar algunos…
Antiguamente el Ayuntamiento era también como una especie de comisaría donde arrestaban a los que se suponía que habían cometido algún delito.
La plaza del Ayuntamiento era antes un teatro donde se hacían espectáculos.
Ha habido incluso dos cines, uno situado donde actualmente está la caja de ahorros, y otro estaba cerca del puente del arrollo. Y también veían a cantar a la niña de la puebla entre otros.
-LOS RESTAURANTES:
En la fuente de la Higuera está el Hotel Restaurante de Las Pedrizas, que ha sabido perdurar, ofrecernos comida y alojamiento durante todo este tiempo.
En el puente del Cerezo, hay otro hotel, que también ha sabido permanecer y mejorarse con el tiempo, hoy en día además de bar-restaurante dispone de una discoteca llamada Ovilis.
El ventorro, situado en el Indio, antiguamente era para el ganado. Hoy en día es un restaurante y una gasolinera.
-LOS BARRIOS MÁS ANTIGUOS Y AÚN HABITADOS DE VILLANUEVA DEL ROSARIO:
Las Casas Baratas, llamadas así por la gente del pueblo porque eran de protección oficial, tienen más de cincuenta años y aun están habitadas.
La Ventilla, a las afueras del pueblo, donde todos los que la habitaban eran familiares.
La Loma, también situada a las afueras del pueblo, donde también eran todos de familia, entre ellos vivían José, Rafaela, Manolo y María, conocidos como los de la loma.
Las Carboneras, a las afueras de Villanueva del Rosario, las componían personas de distintas familias.
El Turco, situado a las afueras de Villanueva del Rosario, todos de la misma familia.
El Parroso, también situado a las afueras del pueblo, junto al río que le da nombre.
Los Alemanillos, etc.
TRABAJOS
LA SIEMBRA
Antiguamente los labradores sembraban con una junta de mulos y un arado de palo y de hierro (la lancera era de hierro y el resto era de madera), hacían surcos en la tierra y sembraban el trigo, la cebada, la berza, los garbanzos, los hieros (guisantes), las habas y todos los frutos del campo.
Cuando llegaba el agosto, se recogía la cosecha segando con una hoz, lo mismo las mujeres que los hombres. Luego los mulos se llevaban a la era y se trillaban para sacar la cosecha.
Se trillaba con los mulos y un rulo (se trataba de una tabla con cuchillas debajo para trillar), en la silla se sentaban para amarrar (coger) a los mulos por la aquima y guiarlos por la era para que trillaran la parva (el trigo o la cebada o otro cereal que estaba amontonado para trillar). Cuando no había rulo, se pasaba una tabla, que también tenía cuchillas, se ponían de pie encima de la tabla con un pie en cada punta de la tabla.
Y cuando estaba trillado se juntaba y se sacaba el grano aventándolo para deshacerse de las granzas, tirándolo hacia arriba con una pala de madera o con un diergo (los diergos eran aperos de palo con una especie de dientes), que también servían para aventar la parva. Y con una escoba de ramas se sacaban las granzas.
Con los diergos o con un rastro se volvían a arrejuntar y ya los envasaban en costales, para llevar el trigo al molino para hacer pan, o otros cereales se guardaban para sembrar al año siguiente, otros para su consumo y otros para los animales.
Por ejemplo: La cebada se utilizaba para los mulos, cerdos, para venderla, … El trigo para su consumo, para las gallinas, palomas, … La berza para los animales y también lo vendían. Las habas, las verdes para su consumo, y las secas para el ganado. Los hieros (guisantes) se utilizaban para su consumo, pero los que estaban o se quedaban secos eran para los animales.
Curiosidad: los hieros se cultivaban antiguamente sólo en el Brosque, porque se sembraban sólo en las tierras que no eran tan buenas o fértiles que podían sembrar algo de más provecho.
LA RECOGIDA DE LAS ACEITUNAS
Antiguamente se recogían las aceitunas como hoy en día la única diferencia es que hoy en día se dispone de maquinaria como por ejemplo los tractores y el vibro, antes todo era a mano.
Antes de todo se tenían que preparar la tierra del olivo, con escardillos cavaban la tierra de los olivos para recoger una mejor cosecha. Cuando las aceitunas se engordaban y estaban en su punto para cogerlas, se hacían las soleras (allanaban la tierra del olivar), para que pudieran cogerlas bien. A la hora de cogerlas ponían un fardo (una tela de red) alrededor del olivo que iban a coger las aceitunas, y apaleaban el olivo con una vara para que cayeran las aceitunas sobre el fardo y las que caían al suelo las cogían con la mano. Las aceitunas recogidas se zarandeaban con una zaranda (era como una especie de criba, para quitarle la urasca (las hojas del olivo), y los ramones se quitaban a mano. Y luego se cambiaba el fardo de olivo y seguían con la recogida hasta el último olivo. Una vez acabada la recogida se talaban los olivos y se quemaban los ramones. Y cuando pasaba un tiempo y llegaba la hora de arreglarlos se volvía a cavar la tierra del olivar.
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