Cueva de los Porqueros (Mollina)
Esta cueva fue visitada por el arqueólogo francés Henri Breuil en 1918, el cual descubrió una serie de pinturas rupestres de gran interés. En el año 1929, H. Breuil, M.C.Burkitt y Polloc publicaron en Oxford su obra “Rock Painting of Southern Andalucía” en la que se estudiaba –entre otras- la Cueva de los Porqueros, perteneciente al término municipal de Mollina. Estos autores recogieron en el suelo de la cavidad fragmentos de hachas de piedra y cerámica que atribuyen al Neolítico.
Tanto las pinturas del interior de la cueva como las exteriores representan a personas de forma esquemática –tipo cruciforme- teniendo una de ellas lo que parece ser un hacha al extremo de uno de los brazos. El representar al hombre obedece a una idea firme y precisa, seguramente de tipo religioso. El colorido de las mismas – en ocre rojo y violeta- estaba ya muy perdido cuando fueron descubiertas.
La fecha en que fueron pintadas se puede situar entre el 2000-25000 a.de C., aproximadamente cuando se construyeron los dólmenes de Menga y Viera de Antequera. En esa época el hombre ya practicaba la agricultura –cereales fundamentalmente- y la ganadería, tiene vida sedentaria y una relativa seguridad en la obtención del sustento que ya no depende exclusivamente del disfrute azaroso de los productos que ofrece la naturaleza al hacer provisión de alimentos, creando una economía previsora, con lo que desaparece –o se atenúa- el miedo al hambre propio del Paleolítico. Con el miedo se van desvaneciendo las concepciones mágicas y van apareciendo los ritos y cultos y la necesidad de ídolos y amuletos.
Quizá para satisfacer esa necesidad se dibujaron las pinturas rupestres de la Cueva de los Porqueros en la Camorra que pasan por ser la primera representación del arte de la pintura en Mollina.
H. Breuil y M. C. Burkitt, denominaron "Cueva de los Porqueros" a este lugar porque en sus proximidades habitaba un porquero que lo usaba como corral. Ellos mismos indican que algunas de las figuras se encuentran pintadas sobre una superficie bituminosa, y por ello fácilmente degradables con una simple acción mecánica de lavado o frotado. Esta circunstancia, junto al gran tamaño de estas representaciones y la técnica empleada, les hizo dudar de su autenticidad, duda que descartaron por hallar en otras zonas algunos paralelismos formales y por encontrar en el mismo abrigo otros motivos perfectamente integrados en la roca e incluso recubiertos, en parte, por una colada estalagmítica.
Catalogación
El Abrigo de los Porqueros, de Mollina, está catalogado Bien de Interés Cultural con categoría jurídica de Monumento, apareciendo inscrito como tal en el BOE de fecha 29 de junio del año 1985.
Referencias bibliográficas:
- Este trabajo fue publicado en el programa de feria de 1987 por Don Antonio García López. Incluye los dibujos tomados del trabajo de Giménez Reyna sobre las pinturas de la cueva de los Porqueros según Breuil.
- Abrigo de los Porqueros. Guía digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico.
Principales editores del artículo
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