Historia de Teba

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La Historia de Teba es, posiblemente, una de las más fecundas en hechos y acontecimientos de toda la provincia de Málaga, lo que ha posibilitado una enorme proliferación de restos arqueológicos y monumentos históricos de todo tipo que abarcan desde los más remotos tiempos del paleolítico hasta épocas recientes.

Edad antigua

Existen numerosos restos de utillaje lítico Paleolítico a lo largo y ancho de la Cuenca del principal río que recorre las tierras tebeñas; el Guadalteba, que se alternan con importantes muestrarios de restos cerámicos, adscribibles al Neolítico y fases subsiguientes. Yacimientos como la Cueva de las Palomas, el Llano Espá, el Cortijo del Tajo, etc. así lo evidencian.

La Edad de los Metales está, también magníficamente representada en lugares como La Cuevecilla, la necrópolis megalítica de La Lentejuela (con manifestaciones megalíticas únicas en nuestro entorno andaluz) o el Cerro de la Horca (donde se han encontrado innumerables piezas metálicas de la Edad del Bronce).

La Protohistoria dejó, también, innumerables evidencias en yacimientos tan importantes como Los Castillejos (el principal oppidum ibero de la provincia de Málaga) o el Cerro del Almendro.

Época romana

La época (romana) tiene en la ciudad del Cortijo del Tajo un significativo exponente de aquella época. De allí provienen muchas de las principales piezas arqueológicas que se exhiben en el Museo Histórico Municipal de Teba como el Pedestal de los Erotes, la Cabeza de Tiberio Joven o la importante colección de pedestales con epigrafía.

Época árabe

El mundo islámico dejó en Teba monumentos tan importantes como el Castillo de la Estrella (hisn atiba), el más grande de la provincia de Málaga, junto al de Bentomiz.

Reconquista

En la toma del Castillo de la Estrella por Alfonso XI (agosto de 1330) se produjo uno de los hechos más sorprendentes y anecdóticos de la Edad Media europea: el conde escocés, Sir James Douglas, perdió la vida, junto a un grupo de escoceses, mientras trataba de ayudar al rey castellano en la conquista de la fortaleza. La razón de su presencia allí viene dada por haber sido comisionado por el rey libertador de Escocia: Roberto I (el cual había logrado la independencia de Inglaterra antes de morir de lepra), para llevar su corazón embalsamado a Tierra Santa.

Cuentan las leyendas escocesas que Sir James lanzó el corazón de su rey a los musulmanes que lo habían emboscado, cumpliendo así el deseo del rey de luchar en una cruzada contra los infieles. Casi un siglo después de la toma del Castillo de la Estrella comenzará la génesis del posterior Condado de Teba al ser nombrado alcaide de la fortaleza Juan Ramírez de Guzman, primer patriarca de los Guzmanes, futuros condes de las tierras tebeñas.

El condado abarcaría buena parte de la actual Comarca del Guadalteba durante la Edad Moderna, una época muy bien documentada en el Archivo Municipal de Teba y que también ha dejado monumentos históricos como la actual Iglesia Parroquial de la Santa Cruz Real. Construida entre 1699 y 1715 por el maestro alarife de la Catedral de Sevilla, José Tirado, la iglesia de la Santa Cruz Real es el monumento religioso más destacado de Teba. En su interior, de planta basilical con tres naves, sobresalen las columnas de ocho metros de altura talladas en mármol rojo procedente del Torcal de Antequera. La portada presenta un arco de medio punto y la torre está rematada por un esbelto tejadillo piramidal.

Del antiguo convento de San Francisco, construido en el siglo XV, sólo se conserva en la actualidad su hermosa fachada.

Época contemporánea

La época contemporánea destaca en Teba por la importancia de su movimiento obrero, sumado a la práctica totalidad de cuantas revueltas, huelgas y revoluciones se produjeron a partir de mediados del siglo XIX. Los sindicatos y organizaciones obreras contaron con un índice de afiliación desconocida en otros municipios de una entidad similar a la de Teba, hecho que posibilitó que Teba fuera el único pueblo andaluz donde triunfó la revolución de octubre de 1934.

Un corto, aunque cruento periodo de guerra civil en el verano de 1936 dio paso a la represión posbélica de los años 40, alternada con importantes episodios de bandolerismo/resistencia antifranquista que terminaron casi entrada la década de los cincuenta.

Actualidad

A partir de estos momentos comenzará una fase de mejora de las condiciones de vida de la población que, por otro lado, comienza a descender de forma importante por la emigración a las ciudades y al extranjero. Aunque este fenómeno ha conocido un importante freno en los últimos años, Teba dista mucho de contar con los más de 7.000 habitantes que tenía en la década de los 50.

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