Las Caleras
Las caleras son pozos circulares de una cierta profundidad (de 1m hasta 4m) que se rodeaba en su interior por un muro de piedra, donde se depositaba la piedra caliza y grandes cantidades de madera (Leña) y arbustos, y se cubrían por encima con piedras que formaban como una pequeña cúpula. En la base o la mediación de la calera se solía dejar una pequeña apertura por donde se pudiera avivar el fuego. Después de varios días ardiendo la calera había actuado como un gran horno y las piedras se habían convertido en cal viva, la cual se extraía por encima de la bóveda de piedras.
La extracción de cal ha sido una actividad tradicional en el municipio de Cartajima y en toda la zona norte del Valle del Genal, también en el bajo Genal existieron pero en un menor número. La cal ha sido hasta no hace mucho tiempo un elemento muy utilizado, tanto como material de construcción mezclada con barro como para "encalar" las fachadas de las viviendas, aún hoy día es utilizada cuando se pintan las cuadras y casas de apero por ser un gran desinfectante.
Una de las caleras más conocida es la llamada Calera de la Iglesia, situada junto a la carretera Cartajima-Parauta. Recibe este nombre porque fue de esa calera donde se extrajo todo la cal que fue utilizada en la reforma que sufrió la Iglesia después de la Guerra Civil Española.
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