Sendero de la Ermita del Santo Niño (Gaucín)

De Malagapedia
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Datos

  • Distancia: 5,8 km
  • Tiempo aproximado: entre 2:15h a 3:00h
  • Dificultad: media (pantalones largos)

Descripción

Podemos comenzar el paseo desde dos lugares diferentes del pueblo:

Camino Viejo de Gibraltar

Indicado en diversos carteles del pueblo. El camino comienza a pocos metros de la plaza de los taxis o Plazoleta, desde aquí nos dirigiremos hacia la calle Convento para tomar la primera calle a la izquierda, el callejón del Pino, inicio del viejo camino de Gaucín a Gibraltar.

Pasaremos por delante de la entrada del Restaurante La Fructuosa y, tras unos 300 metros de camino asfaltado, la pista se convierte en terrizo y desciende hacia el valle a los pies de Gaucín.

El camino que puede ser polvoriento en los meses estivales y un poco embarrado en los días de lluvia. Al llegar a la parte baja y tras llanear unos 150 metros nos encontraremos a nuestra izquierda con la entrada a la Finca El Nobo ubicada sobre el Cerro Herrera.

Carretera hacia Manilva

Tras pasar por delante de la cafetería La Cruz, en el cruce entre la entrada a Gaucín y la carretera a Manilva, tomaremos está última, disfrutando de la magnifica panorámica que nos ofrece Gaucín desde esta posición. Tomaremos la primera calle a la izquierda en inclinado descenso hacia el valle. Tras unos 100 metros de calle asfaltada comienza una pista de tierra entre vallas metálicas, rodeados de praderas con acebuches, olivos y alcornoques, con el pueblo vigilante a nuestra izquierda y las impresionantes vistas de Gibraltar y África al frente, recordándonos que vamos a adentrarnos en el viejo camino de Gibraltar.

Al llegar a un tramo un poco más despejado el camino se hace, durante un corto trecho, bastante pronunciado hasta llegar a la unión con el viejo camino de Gibraltar que tomaremos hacia la derecha, justo en frente de la entrada a la finca el Nobo ubicada sobre el cerro Herrera.

A partir de El Nobo, un magnífico alojamiento rural, el viejo camino de Gibraltar vuelve a descender bruscamente rodeando el Cerro Herrera. Vamos a seguir el carril principal obviando el primer desvío hacia la derecha y más tarde los dos carriles hacia la izquierda, el primero de ellos es la entrada a la Finca Alborán, otro bonito alojamiento de turismo rural.

Nuestros pasos han de dirigirse hacia el collado, donde se ve que el camino alcanza su máxima altura, siguiendo siempre de frente sin tomar los desvíos que aparecerán a cada lado. Al echar la vista atrás disfrutaremos de diversas perspectivas del pueblo. Cuando comienza la subida hacia el collado podemos contemplar sobre la pradera derecha un majestuoso y solitario ejemplar de algarrobo destacando sobre el fondo de la montaña del Hacho. En ese momento estaremos circulando sobre lo que fue, hasta hace muy poco, el resto de una antigua calzada romana, destruida recientemente, quizás por desconocimiento, para ensanchar un poco el camino, y cuyas piedras se encuentran ahora acumuladas a la izquierda, bajo la valla metálica, en muchas de ellas se aprecia el desgaste, el pulido, del paso de innumerables ruedas y pisadas a lo largo de los tiempos. Culminando el collado recuperaremos las vistas sobre Gibraltar, lo que nos permitirá apreciar la gran distancia que debían recorrer las personas que durante siglos transportaron sus mercancías entre Gaucín y la Roca. Al frente a la derecha, vislumbramos la masa boscosa de Sierra Espartina y detrás, siempre vigilante, queda Gaucín.

Desde el collado continuamos con nuestro descenso, observando a nuestra derecha la carretera y la finca conocida como Hoya del Peral. En el primer cruce de caminos continuaremos de frente, siguiendo ya este camino hasta que lleguemos a la Ermita del Santo Niño. Se trata de un precioso camino con espectaculares ejemplares de agaves, pinos, olivos, algarrobos, algunos de ellos verdaderamente dignos de mención, jaras, lentiscos, quejigos, coscojas, etc. Pasaremos por delante de las casas de formas redondeadas, edificadas con muros de piedra, de la Finca el Naranjal, tras la cual el camino se hace un poco más umbrío, más arropado, más mágico, destacando los palmitos, los algarrobos, y algunas trepadoras.

Un gran algarrobo a nuestra derecha marca la llegada a la explanada de la Adelfilla y a la Ermita de San Juan de Dios. Dice la tradición que este punto, en 1536, se le apareció el Santo Niño Jesús a San Juan de Dios en su camino hacia Granada para avisarle: "San Juan de Dios Granada será tu cruz", y por ese motivo fue eregida la ermita.

Más o menos una hora nos habrá llevado llegar hasta aquí, el punto más bajo de nuestro recorrido, unos 350 metros sobre el nivel del mar. Para continuar vamos a tomar la pista ascendente que se encuentra a la izquierda de la explanada, delante de la ermita. Comenzamos el ascenso por una ladera más soleada, más seca, donde poco a poco va predominando el pino sobre el algarrobo pero que también nos devuelve las panorámicas al sur. El terreno se vuelve más rocoso y podemos observar unas rocas calizas perfectamente estratificadas, clara evidencia de su formación lacustre o marina. En pocos metros el camino se despejará de vegetación por la derecha ofreciéndonos una bonita vista sobre el Valle del Genal; entonces la pista gira 90º hacia la izquierda para regalarnos una bonita panorámica de Gaucín. Seguiremos por esta pista hasta la primera bifurcación que tomaremos a la derecha y en descenso.

Pasaremos al lado de una pared rocosa de caliza gris a nuestra izquierda, continuando hacia abajo en el primer desvío y, cuando la pista gire hacia la derecha, nosotros seguiremos de frente. Pronto vadearemos el arroyo de Las Limas, en cuyas márgenes podremos ver algunos ejemplares de adelfa, taraje y cañas. Iniciamos entonces nuestro ascenso definitivo hacia Gaucín. Los árboles son cada vez más escasos y, al frente, una pared rocosa parece interponerse entre nosotros y el pueblo. Pasaremos entre las grandes rocas desprendidas y, en algunas de ellas (por ejemplo la última gran roca a la izquierda del camino) podremos ver una costra caliza, pétreo testigo de la vida de subterránea de estas rocas antes de romperse la gruta de la que formaban parte y aflorar al exterior. Seguiremos por la pista hasta una cancela roja que deberemos pasar por el lado izquierdo, por una estrecha abertura entre la cancela y la roca.

Tras pasar la cancela nos encontraremos con una pista que tomaremos hacia la derecha hasta cruzar sobre un arroyo que, por desgracia, trae las aguas fecales del pueblo sin depurar. Protegiendo nuestras narices del posible olor, y tras cruzarlo, enfilaremos el estrecho sendero que asciende por la derecha del arroyo. Abriremos para pasar una primera cancela que volveremos a cerrar. Afortunadamente el camino pronto se separa del arroyo alejándonos de los olores. Nos encontramos ahora en la parte más bonita del viejo camino de Casares que seguiremos hasta llegar a las primeras casas de Gaucín.

Este es un precioso y estrecho sendero, perfectamente delimitado por antiguos muros de piedra, uno de esos viejos caminos que nos trasmiten la sensación de estar transitando por la historia de algún lugar, caminos recorridos durante cientos de años por innumerables personas que han ido dejando sobre ellos una pequeña parte de si mismos. Recomendamos tomarse el ascenso (unos 25 minutos) con tranquilidad, pues se trata de una pendiente pronunciada, pero también para disfrutar de los múltiples y bellos detalles fruto de la armonía entre hombre y naturaleza: terrazas, almendros, algarrobos, la variada multitud de plantas anuales, y las panorámicas que nos rodean.

Casi al llegar a Gaucín, el sendero ha sido ensanchado. Finaliza en una plataforma hormigonada que nos devuelve como premio por haber culminado nuestro ascenso, las inolvidables vistas sobre Gibraltar y el Hacho. Llegamos a las primeras calles de Gaucín.


Referencia

Trazado y descripción de la ruta realizados por:

  • Jesús Balsa
  • Patrick Elvin
  • Jorrian Van de Schraaf.

Localización

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